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A falta de acierto de los atacantes, los centrales del FC Cartagena están ayudando a que el fiasco del conjunto albinegro sea mayor en este arranque de la competición liguera. Primero fue Verdú, en el empate logrado hace dos jornadas ante la Balompédica Linense, y el sábado fue su compañero Moisés el que conseguía de nuevo un punto para los suyos en el campo Ramón Cisneros ante el filial sevillista.

Tres de los cuatro goles que ha acumulado hasta el momento este FC Cartagena, que continúa sin ganar, han llegado de acciones a balón parado. Primero fue Montero en el 2-2 frente al Cádiz, quien remataba a la red un medido servicio de Menudo tras botar una falta.

Posteriormente fue el cartagenero Verdú quien se aprovechó de un saque de esquina para, tras una acrobática chilena, hacer el 1-1 ante la Balona. Moisés, cuando el partido en Sevilla empezaba a languidecer, impactó con su cabeza un perfecto servicio tras saque de esquina otra vez de Menudo, lo que ha supuesto el segundo punto en el casillero del equipo albinegro.

Parece claro que este FC Cartagena ha empezado mal, incluso peor en cuanto a resultados que el año pasado, cuando se batieron todos los récords negativos en puntuación en una temporada, y lo que necesita ya es recobrar el ánimo a base de victorias. La imagen ofrecida en el encuentro del sábado ante el Sevilla Atlético no fue tan buena como en anteriores oportunidades.

A pesar del empate ante un equipo que hasta ese momento no había encajado gol alguno, el bloque dirigido por Víctor Fernández no consiguió desarrollar ese juego que quiere su entrenador de toque, triangulación y llegada. Si a eso le añadimos que los errores defensivos siguen lastrando la capacidad para sumar algo más que un punto, el resultado es que los albinegros se mantienen entre los equipos que ocupan puesto de descenso contra todo pronóstico.

Paco Belmonte, dueño del club albinegro, insistía hace unos días que hay calidad de sobra de medio campo hacia arriba y el preparador añadía, por su parte, que lo único que ha faltado hasta ahora es más fortuna de cara al marco contrario. Sin embargo, la realidad dice que son solo cuatro los goles conseguidos hasta el momento, que Montero es el único atacante que ha visto portería y que hay muchos futbolistas que no son capaces de mantener una regularidad en su juego tras cuatro jornadas disputadas.

Roto ya el hielo de saber cómo son capaces de responder los jugadores, qué once es el que más se adapta a aquello que quiere el entrenador y cuáles son los puntos débiles de este FC Cartagena, los aficionados esperan del bloque entrenado por Víctor Fernández que el buen juego cristalice en triunfos, ya que algunos empiezan a marcar distancias y el ánimo de los jugadores y de los seguidores podría empezar a verse perjudicado por una situación anómala, algo que estamos acostumbrados a presenciar en la temporada pasada.

Los albinegros afrontan a partir de la próxima semana un nuevo bloque de cuatro encuentros que le harán medir sus fuerzas con tres equipos que están fuertes en esta primera etapa de la temporada, como son el Almería B, el Mérida y el UCAM Murcia, y con otro rival recién ascendido que le está costando tanto como a los albinegros cogerle el aire a la competición, como es el caso del Jumilla.