Hoy volveremos a recibir la visita de uno de los filiales, que junto a otros tres, Sevilla, Almería y Granada, potencian este Grupo IV, puesto que amén de nutrir de futbolistas, el objetivo es mantener la categoría sin problemas y ascender si se le propone. El filial del Betis es un equipo histórico porque existe desde 1962, aprovechando el hermoso nombre de un club llamado Triana Balompié -que existía aun con lagunas informativas, desde 1948-, y que lo refundó para que, a partir de esa fecha, se convirtiera en su filial oficial. El ascenso de este equipo a la Tercera División tiene lugar en la 63-64 y con esa bella denominación - suspiros de Triana- juega hasta que por las tontas ordenanzas le obligan a denominarse, primero Real Betis Balompié B (1972- 76), después Betis Deportivo Balompié (1976-91) y finalmente el actual Real Betis Balompie B. Un historial con 25 estancias en 3ª División y 24, con la actual, temporadas en 2ª B.

Precisamente, con esta variada sinonimia, se ha enfrentado al Real Murcia cuando los granas transitaron por competiciones muy lejanas de su historial y, como el cuadro que le adjuntamos, fue como Triana Balompié la única vez que ganó en Murcia saldando el resto con claras y rotundas victorias. Salvo la visita del equipo sevillano hace cinco años, donde Chando en el minuto 83 salvó un partido plomizo en el que el Betis de Oli montó un cerrojo de aupa. Con una curiosidad, que ojalá vuelva a repetirse. En los cinco enfrentamientos, tres de las mismas ( 71-72, 76-77, 2010-11) se han saldado con ascenso grana. Si existe un equipo con proyección sobre la cantera, razón primordial de su existencia, es el Betis. Y muy pocos de los llamados filiales pueden ufanarse de poseer un trofeo que premie, precisamente eso, su aportación a la entidad que la soporta. Es el Trofeo Amberes creado por los diarios Marca y Arriba, prensa llamada, por entonces, del Movimiento -cadena a la que pertenecía la murciana Línea- que en la temporada 1967-68 premiaba al Triana Balompié como el filial al que había aportado más jugadores al primer equipo. Lista amplísima, muchos de ellos internacionales, inicialmente juveniles y luego absolutos, como por ejemplo Quino, Antón, Macario, Demetrio, Telechía, González, Cristo -uno de los mejores extremos que han vestido la camiseta grana-, Gordillo -posiblemente el mejor de todos-, Diego Tristán, Pinto, Capi... Y los últimos que han salido de esa factoría como Varela, Ceballos -un referente- y Fabián.

Entrena al filial bético Juan Merino, en su segunda temporada al mando y después de que el año pasado supliera durante cuatro partidos a Julio Velázquez, con pleno de victorias, para servir de puente a la llegada de Pepe Mel, otro entrenador de pasado samperiano. El Betis mira hacia abajo, construye una identidad propia donde mezcla a gente de casa y otros venidos de fuera. Desde del Gerena han venido Nacho y Juanjo, del San Juan, Fran Díaz, del Ecija, Iván Martín, Calzada del Jaén, Rayco del Acodetti y Omar, Junior, Pibe y Francis del juvenil de la División de Honor. En su sistema el libre José Carlos y el delantero Loren ,autor de los dos goles al Jumilla, son los baluartes de un equipo que tardará en funcionar, pero que el año pasado mantuvo un ritmo excelente.