La medicina que necesita el Real Murcia la conocen todos sus aficionados, pero la plantilla grana todavía no ha conseguido llegar a la estantería en la que se encuentra un medicamento que no es otro que la victoria. Con un arranque de temporada que nadie esperaba después de dos derrotas y un empate, en el vestuario del conjunto grana no existe nada de pesimismo, ya que más bien está ocurriendo justo lo contrario. Los resultados están ahí para un equipo que se ha confeccionado pensando en disputar el play off y la inmensa mayoría de jugadores ha decidido cerrar filas y dar un paso al frente para marcarse como primer gran reto del curso conseguir dos victorias en los dos encuentros seguidos que se avecinan en la Nueva Condomina. Y por si alguien tenía alguna duda, el defensa Eneko Satrústegui salió ayer a rueda de prensa para, sin decirlo literalmente, dejar entrever la importancia casi vital que tiene estrenar cuanto antes el casillero de victorias. «Todos los jugadores tenemos muy claro que una victoria le daría mucha tranquilidad a los aficionados».

Cuando el central navarro hace alusión a los aficionados tampoco lo hace sin motivos, ya que en los dos partidos que el equipo ha disputado en Nueva Condomina, el empate ante el Villanovense y la derrota frente al Cádiz en la Copa del Rey, han aparecido los pitos bien contra algún jugador o bien para mostrar el malestar con alguna decisión a la hora de realizar los cambios por parte de un José Manuel Aira, el preparador grana, que no esperaba un inicio que ahora mismo tenga a su equipo como farolillo rojo del grupo, aunque sea de manera anecdótica. Algunos de los jugadores que han llegado este curso quedaron un poco sorprendidos cuando comprobaron en persona en el primer choque liguero los motivos por los que la afición del Real Murcia se ha ganado el calificativo de exigente. Muy pocos entienden que esta plantilla, confeccionada con mucho más tiempo que la del pasado verano, haya comenzado el campeonato con malos resultados y, lo más grave, ofreciendo unas sensaciones preocupantes.

Respecto a las críticas que ha recibido el equipo y el propio entrenador por distintos motivos, entre los que están los numerosos cambios que realiza cada semana, Satrústegui también habló un poco en nombre del grupo defendiendo que «tan bueno es tener una idea de juego, como saber adaptarse a las diferentes circunstancias que se presenten en los partidos, pero sabemos que el grupo tiene los suficientes recursos como para hacerlo».

El filial del Betis, que pisará la Nueva Condomina el domingo a las cinco de la tarde, y el Melilla, que lo hará una semana después que los hispalenses, serán ahora sí la última oportunidad de hacer borrón y cuenta nueva para una plantilla en la que nadie pensaba comenzar así el campeonato. No obstante, y a pesar de que los granas son ahora mismo colistas, algunos de los equipos más potentes solo han sido capaces de ganar un partido, tres puntos que el Murcia necesita para salir de una zona que deshonra el escudo y que no le corresponde en cualquier caso.

Existe también cierto interés porque llegue el domingo y se pueda ver cómo va a influir en Aira la mala racha para tomar decisiones en el once titular que tiene pensado para medirse al filial del Betis. Aira, por si acaso, ha programado para hoy una doble sesión de entrenamientos para comenzar ya a preparar lo que será uno de los partidos clave para olvidar un comienzo de campeonato que no se esperaban ni los aficionados, ni los técnicos y mucho menos unos jugadores que sabían muy bien el objetivo para el que han llegado al Real Murcia.