­Las caídas siguen siendo las principales protagonistas de esta primera semana de Vuelta. Ayer, en el kilómetro 30 de la novena etapa disputada entre Torrevieja y Cumbre del Sol (Alicante), con un recorrido de 168 kilómetros, se produjo otra montonera que afectó, entre otros, al murciano Alejandro Valverde, a Visconti, al líder colombiano Esteban Chaves, a Aru, a Landa... Fue el ciclista de Las Lumbreras el que se llevó la peor parte, aunque se olvidó del dolor y la inflamación de la clavícula izquierda y de las heridas en el brazo para apretar los dientes y cruzar la línea de meta en séptima posición, a solo perder 26 segundos respecto al ganador y nuevo líder, el holandés Tom Dumoulin (Giant).

Alejandro Valverde confirmaba su sufrimiento en la línea de meta. «Siento como si tuviera un cuchillo clavado. Creí que me tendría que retirar, pero he aguantado», dijo ´El Bala´, poco amigo de las excusas. Nada más bajarse de la bicicleta, como él mismo explicaba, se marchó a hacerse «unas placas», porque «tengo la clavícula bastante inflamada. Rota no creo que esté, porque si no, no me habría montado en la bici de nuevo».

Por fortuna, según anunciaba el Movistar, las exploraciones realizadas por el médico de equipo, Jesús Hoyos, sobre Valverde descartan cualquier fractura y confirman una fuerte contusión con heridas y fuerte hematoma que dificultan la movilidad del hombro, pero que no impiden su continuidad en la Vuelta.

«Era muy difícil aspirar a la victoria en estas condiciones, pero estoy contento por no haber cedido mucho tiempo y espero que las molestias evolucionen a mejor», concluía el corredor murciano, que después de la etapa de hoy podrá disfrutar del descanso reparador de mañana antes de la de la infernal etapa reina de Andorra, donde dicen que empieza la Vuelta de verdad. Un reposo que servirá a Valverde para curar las heridas y olvidar el susto.

La sorpresa de la jornada la dio el holandés Tom Dumoulin (Giant). El contrarrelojista hizo honor a su apodo de ´La mariposa de Maastricht´ al volar sobre los favoritos y firmar la conquista de la inédita Cumbre del Sol, donde recuperó con todos los honores la camiseta roja que ya se enfundó «por sorpresa» en la tercera etapa.

¿Qué hace un contrarrelojista atizando a los mejores escaladores del pelotón?. Dumoulin, de 24 años, ganó el bronce mundial en Ponferrada contra el crono, pero acumula fuerza bruta en sus 1.85 metros de altura.

Su victoria le resultó «increíble e inesperada», pero lo suyo no fue un sueño, fue toda una realidad, bien trabajada, ya que batió en duelo al sol y con todas las de le ley a dos opositores de lujo: Chris Froome y ´Purito´ Rodríguez. Cuesta arriba. El británico se dejó la piel por la etapa, como Purito Rodríguez, quien a rueda de sus rivales buscó su salto letal, que nunca llegó porque Dumoulin y Froome le sacaron de punto. La misma sorpresa del catalán se la llevaron unos cuantos, pero con peores consecuencias.

Sin producirse sangría alguna, Aru llegó a 14 segundos, y Quintana y el contusionado Valverde a 20. Esteban Chaves terminó su idilio con ´la roja´ por un minuto. La general quedó en un puñado de segundos al finalizar la novena etapa entre Torrevieja y la Cumbre del Sol.

Hoy teórica etapa de transición entre Valencia y Castellón, jornada corta de 146 kilómetros previa a la primera jornada de descanso. Opción para los esprinters.