La cara de decepción de la atleta estadounidense Molly Huddle era evidente tras perder de forma absurda la medalla de bronce en la carrera de 10.000 metros en el Mundial de Pekín. Y es que una celebración antes de tiempo le privó del metal.

Huddle levantó los brazos antes de cruzar la línea de meta y fue revasada por su compatriota Emily Infeld, que llegaba como un tiro por detrás. La diferencia entre ambas fue de 9 centésimas.

Lo curioso del caso es que no es la primera vez que le sucede esto a la corredora norteamericana. En el año 2012, durante unos campeonatos estadounidenses de cross, Huddle llevaba una mínima ventaja sobre Sarah Hall, quien en el esprint final le quitó el triunfo mientras la primera ya lo celebraba.

La victoria en los 10.000 fue para la keniana Vivian Cheruiyot, campeona mundial en 2011, en un mano a mano con la etíope Gelete Burka en la última recta.