El ciclista murciano Alejandro Valverde (Movistar), gracias al tercer puesto logrado ayer en la Clásica San Sebastián, refuerza, al sumar 50 puntos más, su primera posición en la clasificación mundial UCI World Tour por delante del ganador del Tour de Francia, el británico Chris Froome. El corredor de Las Lumbreras, después de su subir al podio en la ronda francesa, suma 532 puntos por 422 de Froome justo antes de afrontar la Vuelta a España.

Valverde estuvo ayer muy cerca de lograr otro triunfo en la Clásica de San Sebastián, donde triunfó el británico Adam Yates gracias al marcaje al que se sometieron durante el tramo final el murciano y el catalán Purito Rodríguez. «La victoria de Yates ha sido merecida, hay que darle la enhorabuena. El equipo ha trabajado fenomenal, le tengo que dar las gracias, pero es una pena no ganar por el trabajo del equipo, aunque se ha conseguido un podio que es importante», valoró Valverde, quien se mostró insatisfecho por el escaso entendimiento que hubo para dar caza al vencedor.

Sobre la victoria de su rival, el de Las Lumbreras se mostró sorprendido por la fortaleza exhibida en San Sebastián. «Ha estado muy fuerte, ha arrancado en el momento justo. Ha sido una sorpresa cuando ha venido Gilbert con Dani Moreno y lo hemos pillado de sorpresa. He podido remontar y hacer tercero», apuntó, para añadir también que «ahora toca un poco de descanso y luego a la Vuelta España -comienza el 22 de agosto- a intentar hacer lo mejor posible», concluyó.

La carrera de ayer estuvo controlada por Movistar hasta los últimos kilómetros en los que al equipo telefónico le tocó sufrir en la segunda subida a Jaizkibel (primera categoría) y Arkale (segunda), esfuerzos que diezmaron al conjunto de Valverde. Yates atacó en la subida del Alto de Borda, durísimo repecho de segunda, y fue cogiendo renta ante la pasividad de sus perseguidores, entre ellos, Valverde y Purito, que se controlaban exhaustivamente mientras dejaban hacer al inglés.

Yates, séptimo entre los jóvenes del Tour, soñaba con el triunfo y volaba camino a la meta, sacaba 15 segundos a tres kilómetros para el final cuando entraba ya en las calles de San Sebastián, pero no parecía terminar de creérselo.

El ciclista del Orica volaba por el paseo de La Concha, oliendo meta y apretando con todo para lograr la que se ha convertido en la mejor victoria de su corta carrera, algo que consumó con poco brillo ya que no fue consciente de su triunfo hasta que se lo confirmó prácticamente sobre la línea de meta el personal auxiliar de su equipo.