­Nada más conocerse la eliminación del Real Murcia del play off de ascenso a Segunda División, Jesús Samper, en declaraciones a este diario, pedía tiempo para reflexionar. Los años y la experiencia le dicen al madrileño que las decisiones en caliente no siempre son las mejores. Lo único que en ese momento tenía claro era la continuidad del club. «Ni voy a pedir la liquidación ni voy a arrojar la toalla», sentenciaba. Todo lo demás, entre lo que destacan la planificación deportiva y la posible reestructuración de la parcela administrativa del club, tendría que ser estudiado para evitar precipitaciones.

Pasados diez días desde que el Hércules rompiera las ilusiones murcianistas, Jesús Samper ´aterriza´ en Nueva Condomina para llevar a cabo distintas reuniones que le permitan, antes de tomar cualquier decisión, conocer de primera mano la opinión de los que trabajan en el día a día de la entidad, especialmente de Víctor Alonso, gerente del Real Murcia. Pero en la agenda del presidente es muy probable que también aparezca marcada en rojo una conversación con José Manuel Aira para, por un lado, analizar la temporada ya acabada y, por otro, para ver si el técnico, que acaba contrato el 30 de junio, está dispuesto a continuar y si la entidad considera que es el adecuado para afrontar un nuevo proyecto de ascenso después de la tempranera eliminación del play off de este curso.

La llegada de Jesús Samper a Murcia se producirá hoy. Y es que el presidente murcianista tiene previsto asistir esta noche a la gala de presentación de la nueva programación de La 7 TV, televisión autonómica que reinicia su andadura de la mano de la productora Secuoya. Teniendo en cuenta que hoy es un día festivo en la Región, será mañana miércoles cuando el empresario madrileño dedique toda su agenda al Real Murcia. Fuentes cercanas a la entidad grana hablan de que a lo largo de esa jornada, el presidente llevará a cabo distintas «reuniones internas», donde, como él mismo señalaba a este diario hace una semana, intentará conocer todos los detalles y las opiniones de la gente del club para posteriormente, junto a su equipo de confianza y a los integrantes del consejo de administración, decidir cuáles van a ser los pilares de un nuevo proyecto que, con las limitaciones económicas que surgen de jugar en Segunda B, no se apartará del objetivo de volver cuanto antes al fútbol profesional.

Los temas a tratar

  • El Real Murcia deberá empezar de cero la construcción de su plantilla. La mayoría de jugadores llegados a última hora el pasado verano han acabado contrato y están a la espera de conocer si el club les ofrecerá la renovación. Ahora mismo, los únicos que siguen son el meta Fernando, el lateral Pumar y los delanteros Carlos Álvarez y José Ángel Carrillo, así como Tete y Eddy, que vuelven tras cesión, y los canteranos Isi, quien se ha ganado una ficha con el primer equipo, Simón, Álvaro Marín y Alarcón. Tampoco sabe si continuará en el banquillo José Manuel Aira, técnico con el que Samper se podría reunir mañana mismo para primero escuchar su valoración de la temporada y luego ver la disposición de ambas partes a continuar trabajando juntos. Otra de las cuestiones a tratar será la posibilidad de ocupar de nuevo el puesto de director deportivo.
  • Jesús Samper podría verse obligado a tomar una decisión que lleva evitando las últimas temporadas pese a las dificultades. En sus declaraciones a este diario hace una semana, el presidente murcianista hablaba de que estaba estudiando «una reestructuración de la parcela administrativa» para ahorrar costes y poder afrontar con más garantías otro curso en Segunda División B. Y es que pese al descenso administrativo del pasado verano, el máximo accionista decidía tirar para adelante y aguantar una temporada sin despedir a ningún empleado esperando que el ascenso por la vía rápida al fútbol profesional se hiciese una realidad, algo que finalmente no ha podido ser. Ese varapalo ha llevado a Samper a incluir entre sus reflexiones la necesidad de reducir personal de las oficinas para intentar cuadrar las cuentas.
  • Uno de los pocos ingresos que tendrá el próximo curso el Real Murcia saldrá de la campaña de abonados. Algo que también ha ocurrido esta temporada, en la que los cerca de 900.000 euros que dejaron el pasado verano en taquilla los aficionados murcianista han servido para ir salvando los gastos del día a día y varias mensualidades de los futbolistas. Pero el no ascenso ha significado un nuevo palo para los seguidores. Por ello, Jesús Samper y sus colaboradores deberán diseñar una campaña de abonos con una política de precios ajustada a la Segunda B y que convenza a los más indecisos. Algo que también ayudaría a que el club no continúe perdiendo masa social y que Nueva Condomina se vea todavía más vacía. El reto estará en convencer de nuevo a los casi siete mil abonados que se sacaron su carné el pasado verano.

Los temas deportivos estarán en un lugar destacado, sobre todo porque tras el cierre de la temporada, el Real Murcia solo cuenta con seis jugadores de la primera plantilla con contrato en vigor (Fernando, Pumar, Carrillo, Carlos Álvarez, Eddy y Tete), a los que hay que añadir a Isi, Álvaro Marín, Simón Ballester y Roberto Alarcón, que esta campaña han tenido ficha con el filial, aunque han sido muchos los entrenamientos que han realizado a las órdenes de José Manuel Aira. El futuro del técnico también se desconoce. Acaba contrato el 30 de junio y Jesús Samper deberá decidir si le renueva o apuesta por otra alternativa después de la decepción del no ascenso.

Antes de sentarse a la mesa, en el día de ayer, el entrenador de Ponferrada dejaba la puerta abierta a su continuidad en declaraciones a la Cadena Ser. En esa misma entrevista, Aira explicaba que estaba pendiente de una llamada de los responsables del club para conocer sus opiniones y aseguraba que, tanto él como su familia, se encuentran muy a gusto en Murcia.

Pero antes de avanzar en la planificación deportiva, a Jesús Samper le tocará hacer cuentas y ver hasta dónde puede llegar para poder afrontar todos los gastos en una categoría en la que los ingresos principales desaparecen. Una vez analizada esa situación y decidido el presupuesto, será cuando los responsables granas podrán ponerse manos a la obra para confeccionar una plantilla en la que se podría ofrecer la renovación a jugadores que esta campaña han rendido a un buen nivel.

Otra de las incógnitas que deberá resolver Jesús Samper es si apuesta de nuevo por la figura del director deportivo, un puesto que quedó vacante después de la huida de José Luis Molina tras el descenso administrativo. Hasta el momento, el empresario madrileño siempre ha sido partidario de contar con alguien que desempeñe esas funciones y que, teniendo en cuenta la opinión del entrenador, vaya cerrando los fichajes. Solo Lucas Alcaraz consiguió convencer al presidente grana para que le otorgase los poderes aunando los cargos de entrenador y director deportivo, demostrándose posteriormente que en muchas de sus decisiones, además del interés del club, estaba el suyo propio y el de su empresa de representación.