El base Stephen Curry, figura y líder de los Warriors de Golden State, disputará por primera vez las finales de la NBA en busca del título de campeones, que su equipo no consigue desde 1975, y lo hará frente a los Cavaliers de Cleveland con la gran estrella de LeBron James.

Curry nombrado Jugador Más Valioso (MVP) de la temporada y los Warriors, equipo con la mejor marca de la liga, parten como favoritos en el mundo de las apuestas de Las Vegas y también entre los especialistas que consideran que su baloncesto de equipo es superior al del rival.

LeBron James, también ganador de cuatro premios MVP, que hace historia al disputar las quintas Finales consecutivas con equipos diferentes -tras haber jugado cuatro con Miami-, quiere tirar por tierra los pronósticos y conseguir el que sería su tercer título de campeón, el primero con los Cavaliers, que lo perdieron en el 2007 ante los Spurs de San Antonio (0-4).

Precisamente, la clave de las Finales estará en la manera como ambos equipos, con su juego defensivo, puedan controlar la aportación que hagan tanto Curry como James, jugadores decisivos en la ofensiva de los Warriors y Cavaliers.

Curry demostró ante los Rockets de Houston en las finales de la Conferencia Oeste que es imparable en el juego ofensivo y aun cuando no siempre tuvo su mejor toque de muñeca al final siempre encontró la manera de ser decisivo.

Pero los Warriors, con el entrenador novato Steve Kerr en la dirección, nombrado el Mejor del Año, es consciente que para alcanzar el título no sólo deberán tener la aportación de Curry, sino también de jugadores como el escolta Klay Thompson, ya recuperado de la conmoción cerebral que sufrió ante los Rockets, y los aleros Harrison Barnes y Draymond Green.

Kerr no tiene ninguna duda que tanto Barnes, Green y el escolta-alero reserva Andre Iguodala son los jugadores ideales que puedan hacerle la vida imposible a James, del que depende el 75 por ciento del triunfo de los Cavaliers.

La clave estará en ver cómo Kerr combina el potencial defensivo de esos jugadores a la hora de trazar la mejor estrategia que pueda frenar la producción encestadora de James, que ante los Hawks fue superior a los 30 puntos y como el mismo jugador ha reconocido llega a las Finales en su mejor momento de forma.

Por lo tanto, la defensa que monte Kerr tendrá que combinar a la perfección experiencia, poder físico, agilidad y sobre todo no perder nunca la concentración ante la súper estrella de los Cavaliers, que puede anotar desde cualquier posición, penetrar de maravilla a canasta y luchar sin problemas dentro de la pintura con los hombres altos.

Los Warriors no tendrán problema a la hora de romper la defensa de los Cavaliers, que llegan a las finales con el base Kyrie Irving sin estar en plenitud física y además tampoco es un gran defensor.

Mejor lo hace el australiano reserva Mathew Dellavedova, aunque sea a costa de utilizar excesiva fuerza física que le costó al escolta Kyle Korver, de los Hawks de Atlanta, una grave lesión de tobillo.

Mientras que el juego interior defensivo recaerá en el pívot australiano Andrew Bogut que frente a los Rockets hizo una gran labor en el marcaje a Dwight Howard muy superior individualmente al ruso Timofey Mozgov y además podrá esperar también a James si ha superado a su marcador asignado.

Tendrá la ayuda del pívot reserva David Lee, que también ha ido a más a medida que avanzó la competición de los 'playoffs'.

Aunque el factor sorpresa de los Cavaliers será de nuevo el pívot Tristan Thompson, el jugador que ha surgido con su mejor juego individual y de equipo y fue clave en la eliminatoria ante los Hawks y los Bulls de Chicago, en semifinales.

Los Cavaliers también consiguieron en algunos partidos decisivos la mejor versión encestadora del escolta J.R.Smith, que será el hombre clave de sus reservas al igual que el escolta-alero Iman Shumpert, los dos que llegaron frustrados de los Knicks de Nueva York y han tenido nueva vida bajo la dirección del entrenador novato David Blatt.

Pero sobre todo han conseguido recuperar la condición de buenos jugadores al lado de la figura de James que les ha dado la confianza para que puedan aportar su mejor rendimiento.

El duelo entre los entrenadores novatos Kerr y Blatt será otro de los grandes alicientes que presenten las inéditas finales de la NBA, donde no hay ninguno de los equipos históricos ni de las dinastías, después que Los Ángeles Clippers eliminaron en semifinales de la Conferencia Oeste a los Spurs de San Antonio, actuales campeones.

Sus estrategias serán importantes, pero al final lo que establezca la diferencia a la hora de definir al nuevo campeón de la NBA será quien de los dos equipos pudo hacer mejor labor defensiva sobre Curry y James, las dos grandes estrellas que en su máxima inspiración encestadora son muy difíciles de frenar.

De hecho, el propio James reconoció que ni a Curry ni a él se les puede parar a la hora de anotar puntos, y la primera oportunidad que tendrán de demostrarlo será mañana, jueves, cuando en el Oracle Arena, de Oakland, se dispute el primer partido de la serie al mejor de siete.