La historia del UCAM Murcia no está cargada de éxitos relumbrantes. La mayoría de las temporadas, a estas alturas, en el Palacio de los Deportes solo se respiraba agonía. Llegar a las trece victorias, esa cifra de la que huyen los supersticiosos, era el objetivo, incluso un gran reto.

Pero este curso es diferente. Cuando faltan seis jornadas para la conclusión, los de Diego Ocampo han llegado ya a su tope desde que la competición se desarrolla a doble vuelta con dieciocho equipos. Y de eso hace casi ya veinte años. Sin embargo, ayer no hubo grandes celebraciones, tampoco se pusieron las entradas a un euro y, encima, la entrada de público fue la peor. El rival no invitaba y, encima, estábamos en la resaca del Entierro de la Sardina. Nos encontramos con el paco medio vacío, con un solo representante del gobierno Regional, el consejero Paco Bernabé, aunque llegó un poco tarde, y un expresidente, Luis Carabante, entre sus ´habitantes´.

Ganar al Manresa era una obligación y este UCAM ha fallado durante la temporada en otros momentos de presión similares, como cuando en la primera vuelta se encontró con la posibilidad de meterse en la Copa del Rey y, por ejemplo, bajó sus porcentajes de tiros libres de forma considerable. El partido, de hecho, no fue brillante, se notó esa ansiedad que es bendita si nos atenemos a los precedentes, y fueron dos actores secundarios en las últimas jornadas, Sadiel Rojas y José Ángel Antelo, los que salieron al rescate en los momentos más comprometidos. Antes, otro que tampoco entiende de supersticiones, Scott Wood, puso su granito de arena desde la línea de triples. Y es que tal es la regularidad que ha alcanzado en su segundo curso en Europa, que lleva ya trece jornadas consecutivas anotando al menos una ´bomba´ de tres.

¿Y ahora, qué? Aunque Ocampo, que ayer acabó con la maldición de sus maestros al superar a Pedro Martínez, diga que hacen falta catorce victorias para asegurar la permanencia, desde hace muchas temporadas, solo un equipo, precisamente el Manresa, ha bajado con esa cifra.

Llegar a los play off está lejos, puesto que el noveno clasificado, el Gran Canaria, al que rinden visita los murcianistas el próximo domingo, tiene quince triunfos. Ahora llega el momento de comprobar si los jugadores de esta plantilla tienen realmente hambre, si quien ir a más, y si su técnico y los dirigentes del club son capaces de mantener la tensión. Llegar a las 14 es superar el récord, pero alcanzar las 16 es igualar el mejor registro de la historia de la entidad, puesto que se igualaría el 47,5% de triunfos de la 94-95. Por tanto, quedan varios retos por delante.