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Aunque son muchos los que tienen parte de mérito por la temporada que está firmando el Real Murcia, la realidad es que este curso, tras el doloroso descenso administrativo, ha servido para que José Luis Acciari, el último ídolo de la afición y el capitán del conjunto grana, se haya reivindicado por enésima vez como el pulmón del equipo y, como novedad, como el mejor francotirados del batallón murcianista, ya que el centrocampista es con siete goles el actual pichichi del vestuario. Sus tantos al comienzo del curso, la inmemsa mayoría de cabeza en acciones a balón parado, unido a los del canterano Arturo, fueron el mejor bálsamo para un equipo que empezó la Liga con dudas y que ahora mismo ya no tiene ninguna. El curso que el centrocampista argentino cumplirá 36 años resulta que ha adquirido tal protagonsimo que, en las cuatro jornadas que no ha estado, los granas no fueron capaces de conseguir la victoria en tres de ellas. Sin ir más lejos, el pasado domingo en casa del Tropezón, por mucho que Álvarez marcara dos goles, fue Acciari el que anotó el más difícil, el que supuso el comienzo de la remontada.