Tan cerca, tan lejos. ElPozo no pudo obrar la remontada en la que creían tanto los jugadores como los aficionados y se quedó fuera de la final de Águilas tras vencer de manera estéril al Marfil Santa Coloma por 7-5. Estuvo cerca esa final durante mucho tiempo. Los de Duda se vieron en tierras aguileñas tras lograr ponerse con 6-1, pero incomprensiblemente se dejaron encajar varios goles cuando el partido parecía visto para sentencia, y se quedaron a las puertas de una final en su tierra.

ElPozo llegaba al primer encuentro clave de la temporada. Una campaña en la que ha cogido velocidad y, tras encadenar doce victorias consecutivas, marcha con fuerza y paso firme hacia el liderato de la liga. Pero, ante Marfil Santa Coloma, el camino se dividía. A un lado, el cielo, ubicado en Águilas. Al otro, el averno. Y ElPozo, al que el mismo Marfil le recordó lo que era perder un partido en el encuentro de ida, no estaba dispuesto a saborear nuevamente las mieles de la derrota. Por eso, cuando arrancó el encuentro salió a morder. Al abrigo de un público que llenó las gradas, los de Duda saltaron a la pista con la mirada fija en la final y con la convicción de que debían llevarse la eliminatoria por lo civil o por lo criminal. Enfrente aguardaba un rival peligroso, dispuesto a aguantar la presión de su contrincante y buscar hacer daño con un Dani Salgado en estado de gracia y que tiene el gol en la sangre.

Y tan interiorizada tenían la idea de que lograrían la remontada, que los murcianistas consideraron normal que fuesen cayendo los goles. El público enloqueció, pero Duda y sus pupilos mantuvieron la emoción contenida. Cabeza fría entre el calor que dispensaban los aficionados.

El primer tiempo fue puro espectáculo. Se olvidaron las defensas, tomaron el protagonismo absoluto los ataques y comenzó un festival de ocasiones que mantuvo a los asistentes con el aliento contenido. Se lanzó pronto ElPozo a inaugurar el luminoso, algo que lograría Adri cuando solo habían transcurrido cuatro minutos. Poco después empataría Dani Salgado, pero no hubo tiempo de enfriar un ambiente que durante esos primeros veinte minutos fue un jugador más y que vería como, tan solo unos segundos después, volvía a ponerse por delante ElPozo. Después, en esa orgía de fútbol de ataque que se vivió en el Palacio, llegaron tres goles más de los de Duda, que contrarrestaban la renta con la que llegaba Marfil y que los ponía con pie y medio en la final.

Del cielo al infierno

El segundo acto no pudo empezar mejor. A los pocos minutos, Bebe ya avisaba con un lanzamiento al travesaño. Poco después, el propio Bebe y luego Raúl Campos pusieron un 6-1 que se antojaba definitivo. El trabajo estaba hecho, el público enloquecía y la final, esa que se celebra en 'casa', estaba a la vuelta de la esquina. Pero todo dio un vuelco con el tanto de Dani Salgado. Cuando más cerca parecía estar todo, el horizonte se nubló. Los de Duda, que en la faceta defensiva no estuvieron acertados en muchas partes del encuentro, vieron como Marfil se cargaba de la ilusión que parecía sobrar en el Palacio y daba la vuelta a la eliminatoria con varios tantos que dejaron helado el infierno en el que quería convertirse el Palacio. Al final, se consumó una debacle que no parecía posible cuando quedaron fijadas las semifinales y ElPozo sucumbió ante un rival, a priori más débil, pero que ha creído más en llegar a la final y no ha bajado los brazos en ningún momento. Un dura lección que los de Duda tardarán en olvidar.