El Real Murcia ha acelerado las gestiones para salvar la complicada situación económica por la que está atravesando la entidad. Para ello, los responsables granas están trabajando a dos bandas. Por un lado, intentan convencer a los acreedores para que acepten las propuesta de modificación de convenio, en la que, después de descartar la quita, solo se incluye una espera a cinco años; y por otro, Jesús Samper quiere aprovechar las facilidades que la Agencia Tributaria está dispuesta a dar a las empresas en concurso para favorecerles en el pago de las cantidades pendientes.

Víctor Alonso, que desde hace dos semanas ha intensificado los trabajos para contactar con los acreedores y convencerles para que acepten un nuevo convenio a cinco años, explicaba ayer durante la presentación de Carlos Álvarez que «la respuesta está siendo positiva». Y es que el club ya podría tener el visto bueno de cerca del cincuenta por ciento de los acreedores. Para sacar adelante la propuesta, que no será presentada en el juzgado hasta que el Real Murcia tenga seguro que va a obtener el OK, se necesita un sesenta por ciento. Aunque, después de conocer que Javier Tebas estaría dispuesto a aceptar el aplazamiento si Jesús Samper llega a un acuerdo con la Agencia Tributaria, los responsables murcianistas han decidido también acelerar las gestiones por el otro lado, para presentar ante la juez que debe dar el visto bueno definitivo al nuevo convenio, el mayor porcentaje posible de adhesiones.

Por eso, en los últimos días el Real Murcia ha vuelto a ponerse manos a la obra para reiniciar los contactos con Hacienda, conversaciones que se rompieron el pasado mes de julio cuando, después de que la entidad pagase 1,7 millones de euros por el traspaso de Kike García, Samper no obtuvo el aplazamiento que le habían prometido los funcionarios de la Agencia Tributaria en Murcia.

Aunque fuentes del club comentaban hace unos meses que sería difícil recuperar las conversaciones porque no había liquidez para hacer nuevos pagos, lo cierto es que la nueva instrucción que la Directora de la Agencia Tributaria trasladaba a los funcionarios en noviembre y que favorece los acuerdos a las empresas con dificultades, ha significado una nueva posibilidad no solo para el Real Murcia, cuya deuda con la Administración Pública asciende a 11 millones de euros, sino para otros clubes como el Zaragoza o el Recreativo, cuyas propuestas ya han recibido el OK.

Ayer mismo hubo una primera toma de contacto en una reunión a la que asistió Jesús Samper y uno de sus colaboradores más cercanos. En esta primera reunión, los responsables de la Agencia Tributaria se comprometieron a volver a estudiar detalladamente las cantidades que adeuda el club, para saber qué parte se puede aplazar y cuál no. Una vez que los números estén claros, ambas partes volverán a reunirse para intentar seguir acercando posturas.