El murciano Nicolás Almagro dijo adiós al Abierto de Australia, que se disputa en Melbourne, en la primera ronda al caer frente al japonés Kei Nishikori, quinto del mundo, finalista en el pasado Abierto de Estados Unidos. Al murciano todavía le falta ritmo de competición después de pasar siete meses alejado de las pistas debido a su fascitis plantar de la que se operó. No pisaba un Grand Slam desde que perdió en la primera ronda de Roland Garros, y eso se evidencia en su juego, y en el resultado encajado contra el discípulo de Michael Chang: 6-4, 7-6 (1) y 6-2.

Pese a que perdió seis veces su servicio, hubo momentos en los que pudo combatir al mismo ritmo de Nishikori, aunque la velocidad de las pistas, este año desniveló la balanza. «Son muy rápidas, más que hace dos años, aquí los que 'reman' (se defienden en el fondo) tienen que comprar dos palas», señaló.

Entre el resto de españoles, Feliciano López, Guillermo García López y Marcel Granollers sacaron sus partidos adelante, mientras que el serbio Novak Djokovic dio pruebas de que se encuentra en condiciones de alzar por quinta vez la copa de campeón, y el suizo Stan Wawrinka inició su defensa en un partido que calificó de perfecto.

Djokovic se impuso al esloveno Aljaz Bedene, un tenista procedente de la fase previa, por 6-3, 6-2 y 6-4 casi sin sudar, manteniendo el ritmo, mientras que Wawrinka derrotó a Marsel Ilhan, el único jugador turco del cuadro, por 6-1, 6-4 y 6-2.