Seis acreedores del Real Murcia han rechazado el nuevo convenio propuesto por Jesús Samper en el que se incluye una quita del 50% (sería menor si el club grana juega en Primera o Segunda) y una espera de cinco años. Entre los que han decidido no dar su confianza al empresario madrileño está la Liga de Fútbol Profesional, a la que se le adeuda 460.000 euros de un préstamo que hizo a la entidad murcianista para pagar a varios jugadores; el Sevilla FC, al que se le debe unos 270.000 euros por el fichaje en enero de 2007 de Bruno Herrero; y las empresas TSF Nogomentni, Landcable Limited y Freeway Entertainment KFT, con cantidades mucho más inferiores. Además está Gonzalo Iglesias del Barrio, futbolista que militó en el Imperial y que tiene pendientes de pago algo más de cuatro mil euros. Esta información fue hecha pública ayer en una nota del Tribunal Superior de Justicia de Murcia, en la que se hace referencia a la diligencia de ordenación dictada por la secretaria judicial del juzgado de lo Mercantil 1.

Una vez transcrurrido el plazo legalmente previsto para que los doscientos veinte acreedores incluidos en el concurso grana respondiesen a la nueva propuesta de Jesús Samper, toda la documentación ha pasado a la juez que lleva el caso, que tendrá ahora la última palabra. Lo que no aparece en la nota remitida a los medios ni en la resolución que en la tarde de ayer recibieron los responsables del Real Murcia es si el resto de los demandantes, que suman más del 60% que necesita la entidad grana para que su petición salga adelante, han aceptado la modificación del convenio. Uno de los primeros en esa lista es el Club Atlético del Cerro uruguayo, al que se le adeudan 1,6 millones de euros.

Quien, según la información que maneja esta redacción, ha decidido no responder, lo que la juez podría considerar como un ´no´, es el G30, al que el Real Murcia debe 3,7 millones de los cinco a los que la entidad presidida por Jesús Samper fue condenada tras desmarcarse de dicho grupo en la venta de los derechos televisivos. Esa cantidad significa un 26% de la deuda total que el conjunto grana incluyó en el año 2010 en el convenio de acreedores que en su día se aprobó a cuatro años.

En unos días, la juez comunicará si la propuesta de convenio presentada por Samper durante el mes de diciembre sale adelante o si por su parte es rechazada. En este último caso, el Real Murcia tendría dos opciones. Por un lado modificar sus condiciones hasta llegar a un acuerdo con el 60% de los acreedores o mantener el convenio actual, aunque en ese caso, y después de que los responsables de la entidad ya hayan anunciado que no pueden hacer frente al cuarto plazo por la difícil situación económica y por la caída a Segunda B, categoría en la que prácticamente no hay ingresos, cualquiera de los demandantes podrían acudir a los juzgados para pedir la liquidación.

Además, según explicaba la nota emitida a los medios por el Tribunal Superior de Justicia de Murcia, los responsables del club murcianista «pueden recurrir la resolución, que tiene por personados en el procedimiento a la Liga de Fútbol Profesional y al Sevilla FC».

El convenio que planteó el Real Murcia en el juzgado de lo Mercantil nº 1 contempla una quita, aunque la misma está en función de la categoría en la que esté el equipo. Por ejemplo, en el caso de estar una campaña en Primera División, el club ha propuesto abonar el 75% de la deuda a todos los acreedores, mientras que si juega dos en la máxima categoría, pagará el 100%, es decir, que no habría quita. En el supuesto de ascender a Segunda, la entidad haría efectivo un 20% del nuevo pasivo, mientras que en Segunda B no haría efectivo ningún importe. Además, se especifica que el club destinará el 33% de la indemnización por daños y perjucios que ha interpuesto en el Mercartil número 7 de Madrid por su descenso administrativo contra la LFP.