La Federación de Baloncesto de la Región de Murcia pretende que el padre del jugador de categoría júnior del Ciudad Molina Basket que agredió el pasado sábado a un colegiado en un partido en Santo Ángel, noticia que avanzó ayer este diario, «no vuelva a pisar un pabellón» porque «no podemos consentir estos comportamientos en nuestro deporte», según afirmó ayer a esta Redacción Juan Carlos Hernández, presidente de la Territorial.

El incidente se produjo a la conclusión del encuentro Santo Ángel-Molina, que concluyó con triunfo de los locales por dos puntos. El padre de un jugador del equipo visitante, que ha sido identificado y denunciado, propinó un empujón al joven colegiado Jofre Sánchez, cuando éste se disponía a recoger su chaqueta de la mesa de anotadores. El árbitro, que también fue jugador de baloncesto, se golpeó con la espalda contra una silla y tuvo que ser atendido por los servicios médicos. Posteriormente presentó en la Comisaría de Policía una denuncia, que está previsto que se resuelva próximamente en un juicio, y la Federación va a presentar un informe de los hechos ante el Comité Antiviolencia para que sea castigado con una multa económica y también la prohibición de entrar a un recinto deportivo durante un período de tiempo.

Asimismo, está previsto que el Juez Único de competición de la Federación, Pedro Nicolás, falle hoy sobre el caso e imponga las sanciones deportivas.

El presidente del Comité Murciano de Árbitros y Auxiliares de Baloncesto, Pedro Ruiz Luján, manifestó ayer a LA OPINIÓN que el colegiado se encuentra muy afectado por los hechos y que su colectivo irá hasta el final para acabar con la «agresividad y la falta de educación que tenemos que sufrir los árbitros» en las categorías inferiores. Luján también explicó que «son los padres de los jugadores de categoría júnior hacia abajo» los que más agresividad proyectan «porque creen que sus hijos van a ser Pau Gasol y que son los mejores».

Según testigos presenciales de los hechos, las protestas desde la grada en el encuentro del pasado sábado pasaron factura a los jugadores visitantes, que en los últimos compases del encuentro llegaron a fallar hasta cuatro tiros libres. Además, el jugador júnior del Ciudad de Molina recriminó a su padre el empujón que propinó al colegiado.

Tanto el club local como el visitante han emitido sendos comunicados lamentando los hechos, así como la Asociación Murciana de Entrenadores de Baloncesto, que indicó ayer que se debe «erradicar y denunciar este tipo de comportamientos en nuestro deporte» y su presidente, Quini García, animó a los árbitros a que «continúen el trabajo formativo tan importante que desarrollan en el baloncesto regional».