La fiebre del 'running' que se vive en toda España y de manera particular en la Región de Murcia ha motivado que cada vez existan más pruebas en el calendario pero también más equipos, como es el caso del 'Mi meta, 42K'. Un club que este año participará por primera vez en la II Maratón como entidad deportiva oficial, distinción que ostenta desde el pasado mes de septiembre. Pero para encontrar su origen hay que echar la vista bastante más atrás y remontarse, precisamente, a la primera edición de la prueba murciana.

El club Correbirras organizó meses antes del I Maratón una serie de entrenamientos dirigidos especialmente a deportistas que apenas tenían experiencia en carreras de larga duración. De ese grupo de atletas, unos pocos comenzaron a reunirse posteriormente para participar en otras pruebas y salir a entrenar juntos, hasta el punto de que las reuniones se hicieron tan frecuentes que decidieron dar el paso y crear su propio club. El nombre de aquella serie de entrenamientos destinados a preparar el maratón era el mismo que luego usaron para este club: 'Mi meta, 42K'. Un año después, ya cuentan con 35 miembros y 19 de ellos participarán este domingo en la maratoniana cita.

«El objetivo, por encima de todo, es disfrutar». Son palabras de uno de sus integrantes, José Marcos, el más veterano y uno de los impulsores de la creación del club. Tiene 55 años y ya participó el pasado año en la prueba. Consiguió cruzar la línea de meta, un mérito más que loable teniendo en cuenta que se trataba de su primera maratón. Como también la finalizaron el resto de integrantes que posteriormente acabarían formando parte del club 'Mi meta, 42K'.

«La experiencia fue excelente, muy gratificante. Salvo tres o cuatro corredores que sí tenían experiencia en maratones, para el resto era la primera. Y solo el hecho de terminar ya es una satisfacción brutal», asegura en palabras a este diario. Porque para este 'runner' de 55 años, médico de profesión, «correr 42 kilómetros es, objetivamente, una cuestión antinatural».

La filosofía del club es clara. A pesar de que cada atleta tiene de forma individual sus expectativas personales, la idea «es divertirnos corriendo, no morirse corriendo», bromea. Son ya 35 miembros y espera que la cifra siga creciendo en los próximos meses. No hay ningún tipo de requisito para entrar. Ni edades, ni profesión, ni nivel competitivo. El único, contar con el aval verbal de uno de los integrantes. De hecho, es un club tan variado que las edades de los atletas varían entre los 55 y los 30 años. «Y tenemos gente de todos los niveles. Hay algunos que sí buscan acabar las carreras entre los mejores y otros, entre los que me incluyo, que solo intentamos cruzar la línea de meta», añade este residente de Molina de Segura.

El hecho de que cada uno tenga sus ocupaciones laborales y personales apenas les permite verse entre semana. Los encuentros quedan reducidos a las carreras populares y algún que otro entrenamiento esporádico. Por suerte, el calendario regional incluye pruebas cada fin de semana y en casi todas ellas se puede ver a algún corredor del 'Mi meta, 42K'. "Casi todas las pruebas en las que participamos, también porque son mayoría en Murcia, son de asfalto. Aunque también contamos con alguno que suele competir en montaña y han hecho la Falco Trail o la Ruta de las Fortalezas. O, como es mi caso, que me gusta bastante el senderismo», cuenta.

La satisfacción de finalizar la I Maratón el pasado año les ha llevado a repetir en esta edición, que partirá el próximo domingo desde el pabellón Príncipe de Asturias. El objetivo, una vez más, no pasa por competir aunque todos ellos tienen el gusanillo de mejorar los registros de hace un año. «Casi todos tenemos las expectativas de mejorar un poco. Pero no es menos cierto que todos conocemos nuestras limitaciones y, en una prueba como esta, lo más importante es correr con la cabeza. Luego están una serie de ellas, entre ellas la más importante es el tiempo, que nos permitirán mejorar o no nuestro tiempo. Pero, como he dicho antes, el mero hecho de acabar ya es suficiente gratificación». Y es que el hecho de ser médico le hace ver el atletismo, y esta prueba en particular, con una perspectiva más realista. «Quizá por la edad o quizá por mi profesión, yo salgo a disfrutar y a correr sin poner en riesgo mi salud. Me esfuerzo, sin ninguna duda. Pero calculando siempre bien mis fuerzas», razona.

Por eso, entre otros motivos, le es difícil explicar esta fiebre por el 'running': «Es un tema curioso porque cada vez se ve a más gente desarrollando esta actividad deportiva, que es dura y recia. Y lo veo con un poco de miedo, entre comillas, porque muchas veces nos lanzamos y no sabemos si estamos preparados». Aun así, se atreve a dar varios argumentos por los que la pasión por las carreras populares se ha desatado en los últimos meses: