­El Orfidal y el Prozac no faltarán esta mañana en el bolsillo de la familia murcianista, ya que las once están citados tanto el Real Murcia como la Liga de Fútbol Profesional para verse las caras en el juzgado de lo Mercantil número 7 de la capital de España después de que el organismo que dirige Javier Tebas decidiera saltarse a la torera el auto judicial que le obligaba a readmitir a la centenaria entidad en Segunda División. De todas formas son ya muchos días en los que parece que se va a solucionar la situación y siempre termina sucediendo algo inesperado. Javier Martín, el juez que cubre la vacante del titular de la sala, Andrés Sánchez Magro, tendrá cinco días para tomar una decisión, aunque entre las posibilidades también cabe la de paralizar el inicio del campeonato y la de dictaminar una resolución por la vía urgente.

El caso es que el lunes, después de que al mediodía la Federación Española se lavara las manos, las primeras informaciones apuntaban a una Liga de veintitrés equipos con el Murcia y el Mirandés, según palabras de algunos miembros de la Junta Directiva de la LFP. Al final la realidad fue muy distinta. Javier Tebas nunca trasladó a la Federación la propuesta de ampliar un equipo la categoría de plata y en este argumento se escudó para evadir el auto del Juez alegando que era de «imposible cumplimiento». De esta manera, recalcó que el Mirandés estará el domingo en la Liga Adelante y volvió a dejar, seguramente por unos días, de nuevo al Murcia en Segunda B.

Un nuevo arreón judicial de los servicios jurídicos granas aceleró los trámites hasta el punto de que, ante la relevancia y la importancia de este asunto para el fútbol español, desde los propios juzgados se acordó citar a ambas partes esta mañana, concretamente a las once, en una audiencia pública que tiene como finalidad que ambos bandos se entiendan, algo que parece bastante complicado.

Tebas tiene que responder ante el magistrado por un delito de desobediencia, aunque su defensa consistirá en que le era imposible llevar a cabo la inscripción del Murcia, porque todas las plazas ya tienen dueño para el próximo curso en Segunda. Aunque el presidente de la Liga no le quepan más clubes en la categoría de plata del fútbol español, la realidad es que, si lo ordena el juez, al Murcia se le tiene que hacer hueco sea como sea, pero en Segunda División claro está.

Lo que sí es primordial es con la celeridad que se solucione este caso, ya que de este aspecto va a depender el siguiente capítulo. Bien sea con el equipo en Segunda o en Segunda B, faltan muchos jugadores para completar la plantilla y nadie va a firmar un contrato con el Murcia hasta que se sepa con rotundidad y certeza dónde va a militar el conjunto murciano la próxima temporada, que empieza este fin de semana para más prisas.

Otra intervención que ya, a la desesperada, se le ha ocurrido a algunos, ha sido la de elevar la queja al Consejo Superior de Deportes, el organismo que dirige Miguel Cardenal y que el 7 de agosto se negó a recibir a los jugadores del Murcia para haber escuchado sus inquietudes y sus preocupaciones. No parece probable que el CSD vaya a tener que intervenir, pero no deja de ser la máxima representación del Estado en materia de Deporte y, si el asunto se enturbia todavía más, seguro que tendrán que poner paz más estamentos. Eso sí, con más independencia que un Tribunal Administrativo del Deporte que, de la mano de la Liga, también va a poner todas las trabas que hagan falta, por más que sus competencias no alcancen asuntos de este tipo tan concreto.

Lo ideal es que hoy al mediodía se pueda zanjar una polémica que sigue teniendo en el aire de futuros de unos profesionales y de una afición que han parecido importarle bien poco tanto a la Liga como a la Federación Española.