­Todo el murcianismo recibió ayer noche un nuevo jarro de agua fría cuando el presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas, desveló que no tiene intención de cumplir el auto judicial que obliga a readmitir al Real Murcia en Segunda División porque, según el dirigente, se trata de una resolución de «imposible cumplimiento». Desde que un directivo del Zaragoza filtró a media mañana entre los periodistas que tras la reunión de la Liga, la intención de todos era repescar al Murcia, sin perjudicar al Mirandés y plantear así un campeonato con veintitrés equipos, todas las novedades parecían positivas para el futuro de la entidad grana. No obstante, Tebas se encargó de rebajar toda la euforia con una rueda de prensa en la que dejó entrever que si el Mirandés es equipo de Segunda, el Murcia es de Segunda B.

Todas las cosas que ocurrieron ayer fueron sorprendentes en mayor o menor medida. Por la mañana un puñado de reuniones en la Liga y por la tarde, lo mismo, pero en la Federación. Primero parecía que no había dudas con la resolución judicial del Murcia en la mano, pero Tebas sacó a relucir su antimurcianismo y, sin miedo a tener que responder por un delito de desacato, no se mordió la lengua para, según su versión, situar a la entidad de la capital del Segura en Segunda B. Jesús Samper, el máximo accionista del Murcia, confirmó por la tarde, a su llegada a la sede de la Federación en Madrid, que ya se había interpuesto una demanda por desobediencia ante el Ministerio Fiscal, algo de lo que Tebas dijo no tener constancia por la noche.

Lo que sí pudo saber ayer este diario por distintas fuentes que estuvieron en la reunión de Las Rozas, es que la Federación no recibió en ningún momento una propuesta por parte de la Liga de aumentar el cupo de equipos en Segunda, ya que el organismo que preside Ángel María Villar es el único que tiene realmente las competencias para tomar una decisión de este tipo. De todos modos, el comunicado de la RFEF también fue desalentador, porque mientras todos esperaban un espaldarazo en toda regla para los intereses murcianos, la realidad es que apenas tres líneas fueron suficientes para los máximos dirigentes del fútbol nacional sobre este polémico caso: «La Comisión Delegada de la Asamblea General de la RFEF, reunida el día de la fecha, ha acordado no modificar el calendario deportivo de Segunda División A, por lo que la primera jornada de dicho Campeonato Nacional de Liga tendrá lugar el próximo fin de semana». Por muchas decisiones judiciales que existan, lo que se echó en falta es que la Federación Española no especificara en ningún momento que el Murcia es el club que debe estar en Segunda.

A la hora del café, los principales diarios nacionales, en sus ediciones digitales, ya dejaban constancia de un campeonato en Segunda con veintidós equipos, contando al Murcia y sin el Mirandés, aunque todas las miradas pasaron entonces a la Federación Española, donde Villar y su equipo de trabajo tenían que dar el visto bueno definitivo a una propuesta que nunca se produjo.

Con una nota tan débil, Tebas se encontró tan en su salsa por la noche que, delante de los medios de comunicación, no tuvo reparos a la hora de poner trabas a lo que se le ha ordenado desde el juzgado de lo Mercantil número 7 de la capital de España y no sólo eso, ya que también ofreció su punto de vista, que se mire por donde se mire termina con el Mirandés en Segunda y el Murcia en el barro de la Segunda B. Lo que no dijo en ningún momento es que la LFP no había pedido a la Federación que se ampliara a 23 el número de equipos.

Algunos también han quedado retratados, como es el caso de Miguel Cardenal, el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD) y quien ha pasado olímpicamente de este asunto, pese a ser requerido al unísono por casi todas las partes. La máxima institución del Estado en lo que se refiere al Deporte no ha querido ni tan siquiera matizar una situación que sigue manteniendo en vilo al fútbol profesional. El exprofesor de la Universidad de Murcia no se dignó ni a recibir a los futbolistas del Murcia que se desplazaron a Madrid el 7 de agosto y después tampoco ha intervenido para poner algo de cordura en una maniobra unilateral de la Liga que no tiene otro fin que limpiarse al Real Murcia de un plumazo para, ya de paso, ajustar cuentas con Samper.

«Nosotros estamos dispuestos a defender los intereses del Real Murcia hasta el final. De hecho, por la mañana hemos tenido que interponer una demanda por desobediencia con la intervención del Ministerio Fiscal. En cualquier caso, al final en la Federación Española se ha impuesto la cordura ante nuestra propuesta de mantener 22 equipos en Segunda División, tal y como está aprobado desde hace tiempo. Aunque lo tiene que aprobar la Comisión Delegada, lo normal es que empecemos la Liga este fin de semana en casa contra el Lugo, que es lo que estaba programado sin alterar nada de calendarios», explicó Samper en Las Rozas. Palabras muy diferentes y que chirrían con las que pronunció un par de horas después el señor Tebas en rueda de prensa.

Es más, el presidente de la Liga confirmó que han trasladado al juzgado una oferta de cuatro millones de euros que, en cualquier caso, sería para abonar los daños y perjuicios ocasionados al Real Murcia por un hipotético descenso. «Le explicaré al juez que el auto no se puede cumplir», concluyó amenazante un Tebas que, desoyendo las recomendaciones de la Federación, no tiene miedo ni a la Justicia ni al daño que le puede hacer a un club con más de cien años de historia.