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El FC Cartagena se ha metido en un lío a falta de tres jornadas para la conclusión de la temporada regular, después de caer por 2-0 ante el CD San Fernando y ver como el Cádiz, que es cuarto clasificado, se coloca a dos puntos y el Guadalajara, quinto, está a tan sólo tres.

El conjunto albinegro ha llegado a esta última etapa de la competición en un momento bajo en el aspecto físico y en el anímico. Le cuesta un mundo sacar los partidos que es capaz de ganar y no remonta ninguno de los que empieza perdiendo, como hacía en la primera vuelta. La gasolina de los cartageneristas parece estar agotándose y a nueve puntos por concluir la competición, todo se convierte en un enigma, sobre todo porque el próximo domingo se enfrentan al Cádiz y un tropiezo puede ponerlos demasiado cerca de la quinta posición, esa que nadie quiere de los equipos que luchan por jugar la fase por el ascenso.

La papeleta que debe resolver ahora Luis Tevenet es difícil de solventar, sobre todo porque el bloque que ha tratado de llevar con su particular toque de motivación, se le escurre como agua en las manos, y la preocupación por estar entre los mejores se ha convertido en la cuestión más importante -salvando, claro está, la falta de pago de las nóminas-.

Este domingo, un gol de Sambruno en el minuto 27 y otro de Adrián, en el tiempo añadido, dilapidaban las esperanzas de dejar todo bien encarrilado y pensar en dosificar. Ahora hay que apretar más que nunca los dientes y no tirar por tierra todo lo bueno cosechado hasta ahora.

Tevenet decidió apostar por un centro del campo de menos toque y más brega. El canterano Sergio Jiménez volvía a ser titular por segunda semana consecutiva, acompañando otra vez a Carlos David. Menudo, por su parte, actuó entre líneas, mientras que Megías se convertía en el único referente en ataque, ya que Fernando estaba sancionado por acumulación de amarillas para este compromiso.

Otra de las novedades era el centro de la defensa. La semana pasada la formaron Astrain y Mariano Sánchez y este domingo lo hicieron Picón y Tarantino. ¿El motivo?, pues es difícil de dar en la diana, pero las consecuencias parecen claras: el FC Cartagena se lía más si cabe con estas modificaciones que ha venido padeciendo en las últimas jornadas.

Tanto es así que el equipo fue uno diferente dependiendo de en qué parcela se jugara el choque. En ataque el conjunto cartagenerista estuvo bien y le faltó tino, como suele ocurrir, pero generó ocasiones para haber anotado más de un tanto. En defensa lo que acontecía era que cada vez que el San Fernando llegaba a las inmediaciones de Limones, todos guardaban la respiración porque cualquier acción era susceptible de ser gol.

Los cartageneristas completaron una primera parte con claroscuros. En los primeros quince minutos pudieron anotar de forma clara hasta en dos ocasiones. La primera de Fede, tras pase de Menudo, pero el argentino -que anda en un momento de forma bajo-, mandaba fuera pegado al palo. La segunda, de Megías, tras una acción iniciada por Sergio Jiménez. El murciano disparaba y su chut salía rozando el palo de la portería defendida por Valle.

El dominio era patente y los locales se defendían como podían, porque la superioridad era clara. Pero también hay que contar que si no aciertas, puedes errar atrás. Eso le ocurría en el minuto 27 al equipo en una falta cometida por Picón, que tras ser mal defendida por la zaga era rematada por Sambruno a la media vuelta.

El tanto dejó algo tocado a los visitantes, que no eran capaces de reaccionar de ninguna de las maneras.

En la segunda parte el FC Cartagena siguió dominando, pero sus opciones se convertían en estériles por falta de ideas cuando llegaba el momento de la verdad.

Es cierto que el FC Cartagena se fue hacia arriba y lo intentó de todas las maneras posibles, pero fue incapaz de resolver las adversidades que iba acumulando.

El San Fernando se pertrechó bien atrás, a sabiendas que en cualquier oportunidad podía apuntillar el resultado.

Tevenet dio entrada a De Lerma y arriesgó un poco más, pero se encontró con un 2-0 en los últimos instantes. Sergio erró en un despeje y Abel aprovechó para ceder a Adrián y que éste anotara el segundo tanto.

El choque del próximo domingo se convierte en crucial y de ahí que todos deban apretar los dientes.