Paco Sutil no se olvida del Real Murcia. No lo hizo en sus seis meses en el Sabadell y no lo hace ahora, en su nueva etapa en el Real Jaén. La visita del club andaluz el próximo domingo a Nueva Condomina le ha hecho salir a la palestra. El jugador cuyo rendimiento dejó mucho que desear durante sus dos temporadas en el club grana, el futbolista que el día que despidieron a Siviero se pasó todo el entrenamiento sonriendo, el joven que disfrutó al máximo de toda la oferta de ocio de la capital del Segura, aprovechaba una tertulia en los micrófonos de Real Jaén Radio para hacerse la víctima y recordar lo mal que lo pasó durante sus meses en el conjunto murcianista. «Lo pasado, pasado está, tengo que agradecer el apoyo de mucha gente del club y de la afición, pero otros me han hecho mucho daño, con insultos y amenazas», explicaba el jienense, para incluso afirmar que «me han amenazado con que cuando vaya allí me van a ir a visitar al hotel, y estas cosas no entran en el fútbol».

Como hacía cuando permanecía a la plantilla del Real Murcia o después de ser despedido por el club, que se basó en una cláusula del contrato del futbolista por la que en caso de descenso se rompería cualquier vinculación, Paco Sutil se niega a asumir errores. De hecho, durante esa intervención radiofónica comenta que «en el primer año me equivoqué solo dos o tres meses», criticando a aquellos que han insistido en que sus dos campañas de grana fueron un fracaso. «Han salido muchas cosas en los periódicos que no eran verdad, causando mucho daño tanto a mí como a mi familia».

Todo ello hace que Paco Sutil vea el partido del domingo en Nueva Condomina, donde su titularidad no está asegurada -desde que llegó al Jaén a finales de enero solo ha disputado minutos en dos encuentros, no entrando en ninguno de ellos en el once-, como una oportunidad de vengarse: «Si marcase un gol estaría muy feliz, sobre todo lo dedicaría a la gente que ha dicho cosas que no son verdad».

La aventura de Paco Sutil en el Real Jaén es prácticamente su última oportunidad de engancharse al fútbol profesional después de sus fracasos en Murcia y en Sabadell. Llegó al equipo grana como apuesta de José Luis Molina, director deportivo murcianista, pero son más los aspectos negativos que los positivos en Nueva Condomina. El gol frente al Alcoyano que significó la remontada grana ocultó otros muchos problemas. Rendía más fuera del terreno de juego que dentro, y eso provocaba continuas lesiones que le impedían estar habitualmente en el equipo. Los problemas extradeportivos también se le acumulaban, siendo un habitual de la noche murciana, lo que le llevó a tener pequeños enfrentamientos con aficionados que no entendían la forma de proceder del jugador. Pese a querer seguir en Murcia, incluso rebajando una ficha que superaba los 200.000 euros, los responsables granas le despidieron después del descenso deportivo. Aceptó una oferta de última hora para jugar en el Sabadell, donde no cambió en nada, llevando al club arlequinado a expedientarle y posteriormente despedirle por aspectos extradeportivos.

El Jaén le fichaba el 28 de enero y desde ese momento solo ha jugado dos ratos. Lo hizo ante el Lugo saliendo desde el banquillo en el minuto 72 (jornada 24). Después de tres partidos sin presencia, uno de ellos se quedó incluso fuera de la convocatoria, el pasado fin de semana volvía a entrar en los planes de Manolo Herrero para el choque frente al Sabadell. El atacante andaluz volvió a saltar al campo en el minuto 73.