Ni siquiera los baches del circuito urbano de Marina Bay, el escenario del Gran Premio de Singapur de Fórmula 1, frenaron el ritmo de la escudería Red Bull, con el alemán Sebastian Vettel y el australiano Mark Webber, marcando distancias en la primera jornada de entrenamientos.

El líder del Mundial de pilotos fue el más rápido de la segunda tanda de prácticas, con un tiempo de 1:44.249, mientras que su compañero fue segundo, y ningún otro piloto excepto ellos pudo rebajar del tiempo de 1:45 en sus giros de prueba al circuito urbano de 5,073 kilómetros de Marina Bay.

A la zaga quedaron los dos pilotos de Mercedes, el alemán Nico Rosberg y el británico Lewis Hamilton, seguido por el francés Romain Grosjean (Lotus) y el español Fernando Alonso (Ferrari), sexto en la segunda sesión a 1,4 segundos del mejor tiempo, después de haber sido séptimo en la primera tanda.

Durante los primeros entrenamientos sólo el británico Lewis Hamilton (Mercedes) se pudo imponer al ritmo de los Red Bull, en una sesión marcada por la suciedad de la pista, que llevó a los pilotos a no salir a rodar en la primera hora de la tanda, con lo que no llegaron a completar más de una decena de vueltas al circuito.

Con el transcurso del atardecer en Singapur, los problemas con el bacheado y la dificultad en las curvas de Marina Bay provocaron que en la primera tanda se sacara en varias ocasiones la bandera amarilla, eso sí, de forma momentánea.

Una de ellas fue provocada por el finlandés Kimi Raikkonen (Lotus), que provocó un pequeño incidente en la curva 14, al tomarla con demasiada amplitud y provocar un giro inesperado a uno de los pilotos de Force India, que iba por detrás.

También tuvieron algunos sustos, pero esta vez con los muros, el australiano Webber, el holandés Giedo Van der Garde (Catterham) o el alemán Nico Hulkenberg (Sauber), que rozaron en varias ocasiones las paredes de la pista, algo que, ya en la segunda tanda, también ocurrió a Alonso y al venezolano Pastor Maldonado (Williams).

Maldonado protagonizó el único accidente de la jornada, aunque de importancia mínima, al irse contra el muro durante la segunda sesión en la curva 13, después de hacer un recto que terminó con sus ruedas delanteras en la pared, pero con tiempo para frenar y evitar un problema mayor, aunque tuvo lógicamente que pasar por talleres.

Al contrario que la primera, la segunda tanda se inició con una actividad incesante por parte de los pilotos, en un circuito ya con noche cerrada, pero perfectamente iluminado, y con Vettel marcando en seguida los mejores tiempos, con un crono provisional de 1:46.489, aunque todavía con neumáticos intermedios.

El cambio a las ruedas superblandas permitió a los pilotos mejorar hasta en dos segundos sus registros, con el australiano David Ricciardo (Toro Rosso) como primero en utilizarlos, colocándose segundo momentáneamente hasta que los favoritos calzaron las nuevas gomas en sus monoplazas.

A falta de media hora para la conclusión del entrenamiento, el mejor tiempo de Vettel ya era el definitivo, de 1:44.249, y el único que lo secundaba era su compañero Webber (1:44.853), mientras el resto de pilotos importantes bajaba a duras penas de 1:46, y conforme se degradaban los neumáticos nadie conseguía siquiera acercarse a los registros de los Red Bull.

En un final de sesión destinado a rodar con mayor carga de combustible, imitando el ritmo de carrera, y a probar salidas desde el 'pit lane', nadie trató de rebatir un crono que muestra que va a ser difícil batir a los Red Bull en clasificación, incluso para los Mercedes, los que atesoran más 'pole position' en esta temporada: ocho (cinco de Hamilton y tres de Rosberg), frente a tres de Vettel.

El circuito de Marina Bay presentó unas condiciones de temperatura media cercana a los 30 grados centígrados en la pista, y una humedad relativa superior al 70% durante ambas sesiones.

Habrá que esperar a la clasificación de mañana para dilucidar las posiciones en parrilla y ver si Vettel está más cerca de sumar su tercera victoria en este circuito o si, por el contrario, Alonso puede ser acreedor de un tercer triunfo en Singapur que añada algo de emoción a este Mundial