Treinta y tres años después de que Jordi Llopart consiguiera en este mismo estadio, entonces llamado Lenin, y precisamente en marcha, la primera medalla olímpica del atletismo español (plata en la prueba 50 kilómetros), Miguel Ángel López dio a España la primera en los Mundiales de Moscú, un bronce en la de 20 kilómetros. El mérito recayó, precisamente, en otro representante de la Región de Murcia, repitiendo la historia del pasado año 2005. En aquella ocasión, y con Helsinki como decorado, el ciezano Juanma Molinaactual presidente de la Federación Murciana de Atletismo también subió al tercer cajón del podio en una cita mundialista.

Ocho años después, el deportista natural de Llano de Brujas llevó a cabo exactamente la táctica que se había propuesto: guardar en los 15 primeros kilómetros y salir con todo a partir de ahí. La descalificación del guatemalteco Erick Barrondo cuando iba segundo, hizo el resto. El cuarto puesto que ocupaba López se convirtió en medalla de bronce.

Por delante del español solo llegaron el ruso Aleksandr Ivanov y el campeón olímpico, el chino Ding Chen. Era la medalla número 37 del atletismo español en un total de catorce ediciones de los campeonatos del mundo y la decimosexta en la exigente especialidad de la marcha.

López, que formó la terna española con el pacense Álvaro Martín, que llegó en el puesto 24 (1h25:12) y el leonés Francisco Arcilla, en el 44 (1h29:38), supo sobreponerse a la climatología reinante 29 grados y un 45 por ciento de humedad para crecer durante la prueba, que tuvo al ruso Valery Borchin defensor del título como gran ausente.

El favoritismo de los rusos, que compitieron con el respaldo del público, se erigió solo en uno de los obstáculos que tuvo que superar el único marchador murciano en competición. Las miradas también apuntaron a la marcha china, que en los Juegos de Londres irrumpió entre la elite en grandes campeonatos con la victoria del joven Ding Chen (entonces con 20 años), y que en esta edición de los Campeonatos del Mundo rindió visita a la primera potencia de la especialidad.

Takumi Saito, un japonés de 20 años, cuarto en el mundial júnior de 10.000 el año pasado, salió como una bala, a 4:03 el mil, un parcial arriesgado para esas condiciones meteorológicas. Ruzavin no consintió que se alejara mucho, pero recibió un aviso de los jueces.

Al paso por el km 5 (20:17) Saito había sido alcanzado por su compatriota Yusuke Suzuki, el campeón asiático, que se quedó solo en cabeza poco después. El grupo empezaba a romperse. Miguel Ángel López, Erick Barrondo y el colombiano Eder Arévalo permanecían, a catorce segundos, junto a los chinos.

Saito se agarró al ucraniano Andrii Kovenko, que llegó por detrás. El grupo de favoritos, a unos cincuenta metros, no daba muestras de inquietud.

El escapado Sukuki cubrió la mitad de prueba en 40:34, con siete segundos de ventaja sobre una avanzadilla encabezada por Barrondo y el chino Zhen Wang, plata y bronce en los Juegos de Londres, que habían emprendido la caza del japonés.

La estrategia de Miguel Ángel

López, mirando constantemente su reloj, no entró en el grupo perseguidor. Marchaba undécimo, a 17 segundos de Suzuki. El extremeño Álvaro Martín estaba en el puesto 41, a 1:40, y Francisco Arcilla en el 53, a 2:56.

La aventura de Suzuki acabó poco después. Wang, con dos avisos en su casillero, le adelantó mientras tiraba de Barrondo y del campeón olímpico Ding Chen. Los jueces descalificaron inmediatamente a Wang, y arriba quedó Barrondo con Dhen y el primer ruso, Ivanov.

El trío delantero pasó por el km 15 en 1h00.41, con Miguel Ángel López cuarto, a 1:03, seguido de un canadiense de origen mexicano, Iñaki Gómez. Barrondo recibió el segundo aviso de descalificación con cuatro kilómetros todavía por delante, cuando luchaba por dar alcance a Ivanov, que se había adelantado unos metros, y perseguido por Chen. El guatemalteco arriesgó y fue descalificado.

En el último kilómetro no cambiaron las posiciones de cabeza. Los tres primeros iban al límite de sus fuerzas y conservaron las distancias. La carrera tocó a su fin y lo hizo con buenas noticias para el atletismo español, en general, y para la Región, en particular. Uno de sus atletas rubricó su gran actuación con una medalla de bronce que sigue dando lustre a su trayectoria ascendente.