Uno de los pulsos que no pudo ganar José Luis Molina la pasada temporada fue el que disputó con Luciano. El defensa central, uno de los fijos en Segunda B y que vio como su contrato se ampliaba por una campaña tras el ascenso, no cedió en su salida, consiguiendo continuar en la entidad pese a saber que no entraría en los planes del entrenador. De hecho, el gallego se tiró gran parte de la temporada en blanco, jugando sólo en las últimas jornadas cuando la caída vertiginosa del equipo llevó a Iñaki Alonso a buscar soluciones debajo de las piedras. En total disputó 471 minutos divididos en ocho encuentros, cinco de ellos como titular. Luciano, más por la polémica que por su calidad, se convirtió en uno de los protagonistas del pasado verano. Incluso llegó a criticar al club cuando le hicieron entrenar al margen de sus compañeros. En ese momento, el gallego utilizaba su twitter para expresar su malestar: "Ya formo parte de los indignados de Cobatillas... Esto me da más fuerzas e ilusión para seguir trabajando y luchar por mi felicidad". Pese a los esfuerzos del Real Murcia, Luciano consiguió mantenerse en la plantilla y cumplir su contrato.