Excusas hay muchas e Iñaki Alonso se las conoce todas, hasta las más inimaginables. Su libro de pretextos no tiene fin. A lo largo de su etapa en el conjunto grana, el preparador murcianista ha recurrido a los árbitros, las lesiones o la mala suerte para justificar alguna derrota, pero el sábado, después de que su equipo empatase ante el Guadalajara en un lamentable partido, el preparador de Durango fue un paso más allá y se atrevió a hablar de «un golpe de calor», coartada que podría ser calificada de ridícula. De hecho, después de que Iñaki pronunciase esas palabras más de uno en Nueva Condomina se preguntó ¿cuál fue la fórmula utilizada por los jugadores del Guadalajara para que a ellos no les afectaran las altas temperaturas? El que tampoco ignoró las declaraciones del vasco fue el presidente Jesús Samper, que explicaba que «calor hemos pasado todos. En el palco, en la grada y en el césped».

El golpe de calor de Iñaki Alonso es la última de muchas otras excusas que no han sentado nada bien dentro de la entidad. Ya la pasada temporada, cuando el equipo luchaba por el ascenso a Segunda, el vasco criticó duramente el estado del césped de Nueva Condomina. Después del partido ante el Poli Ejido y sin venir a cuento se lanzó a señalar durante la rueda de prensa que «lo del césped clama al cielo. Es una vergüenza. Si el césped hubiese estado decente hubiésemos conseguido una victoria más amplia», añadiendo que «hay que buscar soluciones para resolver el problema con el terreno de juego».

Unos meses después ponía en otro aprieto a los responsables del club al considerar que había que cambiar los horarios de los partidos para jugar antes que el Sevilla Atlético, su principal rival en la lucha por el primer puesto del Grupo IV de Segunda B. «Prefiero jugar antes que el Sevilla Atlético y si esto nos puede ayudar habrá que cambiar el día de los partidos en casa», indicaba el técnico de Durango sin tener en cuenta los compromisos que la entidad tenía con la televisión.

Tampoco se cortó a la hora de criticar al Real Madrid y a José Mourinho tras la eliminatoria copera que enfrentó a los granas con los madridistas en 2010. Después de que se cumpliera la lógica y los blancos dejaran en la cuneta a los murcianistas, Iñaki Alonso se quejó por el balón utilizado en el partido de vuelta en el Bernabéu. «Mourinho hasta nos ha cambiado el balón para jugar el partido de Copa con el esférico de la Champions League sin decirnos nada. Nos hubiese gustado tener una saca de balones para poder entrenar», comentaba el de Durango, que incluso llegó a poner en entredicho el señorío del Real Madrid.

Sus ocurrencias parecen no tener fin. Si la pasada campaña recurrió una y otra vez a la ansiedad y a la presión que sufrían algunos futbolistas, como el caso de Antonio Cañadas, para pedir a la afición que se limitase a oir, ver y callar; este curso su excusa preferida ha sido hablar de las lesiones.

Tras el partido frente al Guadalajara lo volvió a hacer, justificando el empate y la mala imagen en los problemas físicos de tres jugadores (Iván Amaya, Cristian García y Molinero) durante la segunda parte. «Ha sido el partido de toda la liga con más desgracias unidas. En la segunda mitad hemos acabado jugando con diez mucho tiempo, incluso con Iturra de lateral». Estos inconvenientes son los que le llevaron a sustituir a Cristian García por Isaac y durante unos minutos jugar sin delantero, según se justificaba el preparador vasco.

Repasando uno por uno sus pretextos se llega a la conclusión de que fue la rueda de prensa perfecta para el míster del Real Murcia, ya que también habló de la ansiedad que afecta a sus jugadores en estos momentos complicados. Es decir que en algo más de un cuarto de hora se acordó de la presión, del calor y de las lesiones, todo para desviar la atención de lo verdaderamente importante, la crisis de juego y de resultados que afecta a su equipo desde que comenzase la segunda vuelta del campeonato. De hecho, los granas son el peor equipo de toda la Segunda División en ese periodo de tiempo.

En esta ocasión no habló de los árbitros, pero los colegiados se han convertido en el centro de las críticas del de Durango en muchos encuentros tanto en Segunda B como en Segunda. Después del partido de la primera vuelta ante el Elche, por poner un ejemplo, el técnico murcianista afirmaba que «hasta un tuerto ha visto los dos penaltis que nos han hecho», para añadir que «cuando no te señalan dos penas máximas es muy difícil seguir adelante».

Lo más gracioso es que Iñaki sigue utilizando esta estrategia pese a leer en este diario a Juan Antonio Samper señalar que «no me valen las excusas». «Qué equipo de Segunda no ha tenido distintas bajas a lo largo de la temporada; estamos en una Liga regular».