­Sólo hace falta comprobar las doce últimas jornadas para saber que el Real Murcia está firmando una segunda vuelta penosa, ya que los pupilos de Iñaki Alonso sólo han conseguido seis puntos de los últimos treinta y seis que se han disputado. En cualquier caso, la afición murcianista se ha tenido que aferrar finalmente al hecho de que las miserias y la mediocridad de los rivales que ocupan los puestos de descenso sigue permitiendo a los granas mantener un ´colchón´ importante de nueve puntos sobre la zona delicada de la clasificación.

Los granas llevan ya varias jornadas en las que su mayor preocupación, por desgracia, está siendo saber el resultado del Alcoyano. Los de la ciudad de los siete puentes cayeron derrotados el sábado en su estadio contra el Guadalajara y permitieron que el Murcia pueda permitirse el lujo de mirar todavía de lejos los puestos más comprometidos.

El último tropezón que ha terminado por colmar la paciencia de los abonados murcianistas y de más de un directivo que anda bastante nervioso, fue la escandalosa derrota del sábado en Nueva Condomina contra el Hércules de Alicante. Los seis goles que anotaron los pupilos de Juan Carlos Mandiá en el coliseo grana cayeron como seis puñales sobre el ánimo de una grada que lleva mucho tiempo sin ver fútbol, pero que al menos en la primera vuelta sí que pudo disfrutar de buenos resultados y de una mejor clasificación.

Pero no es sólo el Alcoyano el equipo que está echándole un cable a equipos como el Murcia que, sin hacer bien sus deberes, ven pasar las jornadas esperando confirmar una permanencia que va a terminar cayendo, seguramente, sólo por inercia. Girona, Nástic de Tarragona y Cartagena lo han hecho hasta el momento todavía peor que los alcoyanos y por eso son los equipos que cierran la tabla en Segunda División.

Los principales aliados del Real Murcia están siendo, precisamente, las miserias de unos equipos que parecen decididos a pasar del fútbol profesional al fango de la Segunda B sin ofrecer un mínimo de resistencia.

En los últimos dos meses de competición, los jugadores del Real Murcia sólo han sido capaces de darle dos alegrías a sus aficionados y, al menos, las dos satisfacciones han sido en Nueva Condomina. El 25 de febrero se cosechó una victoria sobre el Valladolid que pocos esperaban, pero que tampoco sirvió para cambiar la dinámica negativa. La siguiente tarde de enhorabuena fue en el derbi regional ante el Cartagena el 31 del pasado mes. Costó sufrir de lo lindo ante el colista y vecino, pero se lograron tres puntos que también fueron recibidos por los jugadores como un bálsamo que iba a permitir olvidar la mala racha.

Ahora vuelven a ser dos derrotas consecutivas después de perder ante el Deportivo tras adelantarse los granas en el marcador y la última ante el Hércules, curiosamente, también con los granas por delante en el electrónico. Barcelona B, Sabadell, Alcorcón, Guadalajara y Alcoyano son los próximos contrincantes de los murcianistas. Lo lógico, si se cumplen los planes en la medida de lo posible, es que en este tramo de la competición el Murcia pueda dejar ya prácticamente cerrada su permanencia. Cuanto antes se produzca, mayor maniobra habrá para comenzar a trabajar.