Juan Valera, lateral del Getafe, y Andrés Fernández, portero del Osasuna, comparten algo más que ser murcianos y jugar en Primera División. Ambos se han convertido en los mejores fichajes del Real Madrid de Mourinho en esta temporada. No visten de blanco ni entrenan en Valdebebas ni sus nombres son coreados en el Santiago Bernabéu, pero si los madridistas tienen la Liga prácticamente ganada es gracias a ellos, a su protagonismo en las dos únicas derrotas del Barcelona en el campeonato nacional.

Allá por el mes de noviembre, Juan Valera consiguió el que hasta ahora es su único gol en la temporada y fue concretamente ante el Barcelona de Guardiola, que sufría su primera derrota del campeonato. Ese tanto, logrado de cabeza en el minuto 67 tras aprovechar un saque de esquina botado por Sarabia, servía al Getafe para dar la sorpresa de la jornada y sumar un triunfo ante un conjunto azulgrana que en esos momentos se quedaba a seis puntos del Madrid, aunque posiblemente nadie pensaba que en un futuro no muy lejano se iba a lamentar tanto de los puntos dejados en el Coliseum Alfonso Pérez.

Quién le iba a decir a Valera, que hasta el pasado verano vistió la elástica del Atlético de Madrid y tuvo a los madridistas como grandes rivales, que su gol iba a contribuir posteriormente a que el Real Madrid, con una ventaja de diez puntos sobre los azulgranas, tenga en su mano el título liguero, copa que no ha ganado en las últimas tres campañas.

La derrota en Getafe se quedó ahí. Sobre todo porque los de Guardiola supieron reaccionar y con su victoria en el Santiago Bernabéu recortaron la distancia a tres puntos.

Pero esta Liga se le está haciendo muy larga a un Barcelona, que está muy lejos del nivel de las últimas temporadas, en las que ha sido considerado como el mejor club del mundo, tanto por el amplio palmarés que ha logrado como por el brillante juego que ha desplegado.

Mientras que en el Camp Nou sólo ha cedido un punto, lejos de su estadio se está convirtiendo en humano. De hecho, no gana desde el 12 de diciembre, día en el que salió victorioso del Santiago Bernabéu. Los empates ante el Espanyol y el Villarreal fueron los primeros síntomas de una crisis que se agravó el pasado sábado, donde de nuevo un murciano se cruzó en el camino de los de Guardiola. Ese futbolista no es otro que el meta Andrés Fernández, jugador de 25 años que aprovechó la lesión de Asier Riesgo en la jornada 2 ante el Atlético de Madrid para convertirse a partir de ahí en el dueño y señor de la portería rojilla. Su primera experiencia ante el Barcelona de Guardiola no fue la soñada. El joven tuvo que sacar de las porterías del Camp Nou el balón en ocho ocasiones, y es que su equipo encajó un contundente 8-0. Luego llegó el turno de ir al Bernabéu y la cosa no fue mejor. Siete goles recibió de los blancos. Pero Andrés Fernández no se vino abajo, al contrario siempre ha dicho que esos partidos le han permitido aprender y mejorar. Ha sido en los últimos encuentros en los que ha demostrado su calidad. No pudo evitar la derrota del Osasuna ante el Atlético en el Reyno de Navarra, pero sí fue el culpable de que el triunfo rojiblanco no fuese mucho mayor.

El pasado sábado, ante el Barcelona, se hizo mayor y consiguió que su nombre sonase más fuerte que nunca, que todo el mundo hablase de su actuación, de lo importante que había sido en la derrota azulgrana. No le temblaron las piernas por enfrentarse al equipo que unos meses antes le había metido ocho goles y que, posteriormente, eliminó a los rojillos de la Copa. Si Lekic, con dos goles en los primeros 22 minutos del partido, hizo que saltase la sorpresa en el Reyno de Navarra, el murciano se encargó de dar valor a esos goles evitando con sus paradas que Messi y compañía dieran la vuelta al marcador y se llevasen los tres puntos del estadio rojillo. Encajó dos tantos, obra de Alexis y Tello en la segunda parte, pero su inspiración y sus grandes paradas evitaron que la estrella argentina de los azulgranas o Cesc Fábregas vieran puerta.

Los de Guardiola sufrían así su segunda derrota del campeonato liguero y, como ocurriese en la primera ante el Getafe, un murciano volvía a cruzarse en su lucha por conquistar por cuarto año consecutivo el título nacional de liga.

Sabor regional en Europa

En Europa también se habla murciano, gracias sobre todo al buen momento de forma del muleño Javi García, centrocampista del Benfica, y del santomerano Toché, delantero del Panathinaikos griego. El primero está en la agenda de algunos de los grandes clubes de Europa. Especialmente insistentes son los rumores que sitúan a Javi García en el Manchester United, dado el supuesto interés de Alex Ferguson por reforzar la parcela central del equipo, aunque Arsenal y Milán también parecen estar al acecho. Toché, por su parte, está contribuyendo con sus goles a que el Panathinaikos sea el actual líder de Grecia.