Analizando la jornada, el punto sumado por el Cartagena ayer en Los Pajarito puede considerarse como bueno, ya que la zona caliente de la clasificación se comprime aún más tras los tropiezos de Villarreal B y Nástic. Sin embargo, visto lo visto sobre el terreno de juego, el conjunto de Javi López mereció mejor fortuna ayer ante el Numancia de Soria, por dominio, ambición y ocasiones de gol. A pesar de que los cartageneristas jugaron más de media hora con un hombre menos por la rigurosa expulsión de Txiki y que Gil Manzano hizo oídos sordos a las reclamaciones blanquinegras tras un derribo de Dimas, que ayer regresaba a Soria, a la salida de Eduardo Navarro.

La primera mitad no fue excesivamente atractiva para los aficionados que desafiaron al frío y acudieron a Los Pajaritos, con dos equipos obsesionados en la posesión del balón pero no con demasiados argumentos.

El Cartagena salió más enchufado que el Numancia, tratando de llevar la iniciativa y en buena parte lo consiguió aunque sólo fuera a ráfagas. El cuadro soriano, por el contrario, no se sentía cómodo y encontraba demasiadas dificultades para hacer circular el balón. No obstante, iba a ser el cuadro cartagenero el que en el minuto 7 disfrutaba de una magnífica oportunidad, cuando Marc Fernández, en un despeje largo de la defensa, se plantó con ventaja ante Navarro, que terminó arrebatándole el esférico.

Los rojillos también dispusieron de dos buenas oportunidades. La primera, en el minuto 20, cuando Juanjo remató de cabeza un balón que le había llegado suelto y que Reina desvió a saque de esquina. Un par de minutos después el propio Juanjo remataba flojo con la testa deteniendo sin problemas el arquero blanquinegro. Idéntica oportunidad tendría Goiria en el minuto 26, con otro golpeo flojo también con la cabeza que blocaba Navarro sin problemas.

Al filo del descanso, un centro pasado de Nieto no llegaba a rematarlo Cedric solo ante Reina. El cero a cero con que finalizaba el primer tiempo era fiel reflejo de lo que había acontecido sobre el terreno de juego. Eso sí, con el Cartagena bastante más ambicioso que su oponente, tal vez por las urgencias, ante un Numancia que esperaba a que le llegara la ocasión para ponerse por delante en el marcador.

En el segundo tiempo, el Cartagena de Javi López empezó con algo más de velocidad que en la primera parte, llevando el peso del partido. El cuadro de Pablo Machín, por su parte, era un equipo roto por el medio del campo, que no acertaba a imponer el sistema que ha venido utilizando en las útlimas jornadas. De todos modos, no abundaron las ocasiones claras de gol en ninguna de las porterías, aunque sí en el minuto 60 hubo una jugada clave cuando un error de Pavón en el control de la pelota obligó a Navarro a salir al despeje, llevándose por delante a Dimas Delgado; un posible penalti que el colegiado pasó por alto ante las reclamaciones de los cartageneros. Minutos antes, en el minuto 57, Txiki había agarrado a Cedric en el borde del área, viendo la cartulina roja directa al ser el último defensor de la retaguardia visitante.

El Cartagena no sólo no acusó la inferioridad numérica sobre el terreno de juego, sino que llevó el peso del partido. El encuentro se desarrolló hasta el final sin grandes ocasiones para ninguno de los dos equipos, aunque de haberlo ganado uno debía de haber sido el cuadro visitante, por su ambición y por el derroche a lo largo de los noventa minutos.

Los rojillos no estuvieron a gusto en ningún momento del partido. Así quizá pudo explicarse el empate a cero final con el que concluyó un duelo sin calidad, pero con independencia de las jugadas claves, condicionado por las urgencias del Cartagena y por la necesidad del Numancia de conseguir la victoria después de dos jornadas en las que tuvo que conformarse con empatar.