«Hablé con el de arriba», dice el presidente de la Federación de Actividades Subacuáticas de la Región de Murcia (FASRM), Jesús Cano, cuando se le hace notar el día sin una nube, el viento muy flojo y el mar casi encalmado, tras una semana de viento de Levante fuerte y marejada. Y, si como parece, Jesús Cano tiene línea directa con el cielo, el buen tiempo acompañará esta edición del Campeonato Nacional de Fotografía Submarina, que desde ayer y hasta el sábado se celebra en aguas de la Reserva Marina de Cabo de Palos–Islas Hormigas. Campeonato que, por tercera vez (ya lo hizo en 1999 y en 2004) organiza la FASRM, en colaboración con la Estación Náutica del Mar Menor y los centros de buceo ´Islas Hormigas´ y ´Naranjito´, ambos de Cabo de Palos.

Cuarenta personas (20 fotógrafos con sus respectivos compañeros) procedentes de toda España compiten por las mejores imágenes subacuáticas en las modalidades de ´ambiente´, ´macro´ y ´fauna´. Entre ellos, se encuentra la élite mundial, puesto que los fotógrafos españoles han obtenido importantes galardones en las competiciones internacionales. Concretamente, dos medallas de oro de las cinco posibles en la última edición del campeonato del mundo, celebrado el pasado mayo en aguas de Bodrum (Turquía). Pero si en el mar turco la fauna resultó más bien escasa, las de Cabo de Palos rebosan vida. Cardúmenes de barracudas, bogas, además de meros, dentones, abadejos y falsos abadejos han recibido a los participantes del Nafosub, así que no sería de extrañar que de este nacional salgan imágenes más espectaculares que del mundial.

Los participantes realizaron ayer dos inmersiones en los conocidos ´bajos´, que no son ni más ni menos que montañas submarinas donde se concentra flora y fauna. Los puntos elegidos han sido los ´Bajos del Piles (I y II)´, el ´Bajo de Dentro´ y el ´Bajo de Fuera´, éste llamado así por encontrarse más alejado de la costa, en la línea trazada entre el Cabo de Palos y las Islas Hormigas. Y, salvo imponderables, hoy realizarán otras tantas.

Entre inmersión e inmersión, la actividad en los centros de buceo colaboradores es frenética. Mientras el personal del centro carga botellas, los participantes (bajo la atenta mirada de los comisarios del campeonato), cambian las baterías de las cámaras y los flashes, la óptica, todo ello en un silencio que contrasta con el número de personas presentes, a las que uno esperaría más ruidosas. «Hay que estar muy concentrado, porque un descuido al montar el equipo y se inunda sí o sí», señala el presidente del Jurado, Manuel Pérez. Otros, con la cámara y la cabeza ocultas bajo una toalla que evita la mirada indiscreta de los competidores, repasan las imágenes de la última inmersión. Imágenes que serán seleccionadas y entregadas al jurado sin retoques, tal y como se tomaron bajo el agua.

Durante toda la jornada del sábado, el jurado permanecerá reunido y será al final de la tarde cuando se dé a conocer su fallo. Antes de la cena, se entregarán los trofeos. Ellos ya lo conocían, pero seguro que a la mayor parte del público le sorprenderá la belleza de los fondos marinos de Cabo de Palos, esta vez retratados por los mejores fotógrafos del mundo.