El CB Murcia consiguió salir airoso de la que probablemente sea su prueba más dura en los partidos que le quedan para completar la liga regular con un pleno de victorias.

Éste es el objetivo que persiguen los de Luis Guil para tener opciones de recuperar el liderato perdido en Santiago de Compostela. La consigna no es otra que ganarlo todo y esperar bien el tropiezo del Obradoiro o llegar en plenas condiciones al play off por el ascenso.

Y la visita de ayer a la cancha de Cáceres era, en teoría, la prueba más difícil para los murcianos de aquí a final de temporada. Entrenados por Gustavo Aranzana, los jugadores del Cáceres son en su mayoría figuras de LEB y con experiencia en ACB y se han venido postulando como candidatos al ascenso de categoría.

E hicieron honor a su condición desde el principio del partido, poniendo difíciles las cosas al equipo visitante. Lucio Angulo, Ryan Humphrey y Francis Sánchez ejercieron casi de inmediato su condición de líderes de este equipo y tiraron del carro cuando el CB Murcia, con una anotación más equilibrada pero contando para esta importante tarea con Umeh y Faverani, intentaba dejar atrás a los locales desde el inicio.

No lo consiguieron los pupilos de Luis Guil, que se encontraron con una resistencia fortísima, ayudada también por ciertas decisiones arbitrales –cargaron con dos técnicas y sendas antideportivas al CB Murcia– y no pudieron separarse en el marcador hasta que Morentin, con nueve puntos sólo en el segundo cuarto, irrumpió como elemento sorpresa en el ataque murciano. Un triple de Rivero sobre la bocina del descanso permitió al CB Murcia marcharse por delante en el marcador, aunque levemente (36-40).

Tras el descanso el Cáceres siguió haciendo la goma. Ninguno de los dos equipos era excelso defendiendo, pero los ataques con acierto se sucedían. Una canasta con adicional de Ryan Humphrey empató el partido a 47 y supuso el punto de inflexión en el que a Cáceres se le empezó a notar el cansancio mental, apuntillado con un triplazo de Puyada desde su campo y otra vez sobre la bocina (56-64).

Como ya es costumbre, el CB Murcia mantuvo el ritmo, con un Faverani letal, en el último acto, mientras que Cáceres, debido a las lesiones de las que recién han salido sus jugadores, no pudo más que acabar capitulando (67-83).