Cuando se marchó Tito, el Murcia fichó para Primera División a un danés llamado Daniel Jensen, futbolista que dentro del mediocre torneo que firmó el conjunto grana, dio muestras de calidad suficientes como para marcharse al Werder Bremen y dejar alrededor de un millón de euros en las arcas murcianistas. A Tito se le ofreció una renovación a la baja y decidió marcharse al Levante con un contrato de mayor duración. Otro caso distinto fue el de Movilla. Su ausencia inesperada el pasado curso después de que el club hubiera anunciado un acuerdo entre ambas partes para seguir un año más, optó por marcharse al Rayo después de que en el Murcia tuviera que vivir una situación rocambolesca en la que llegó a estar apartado del equipo y de baja médica por depresión. Se marchó muy dolido con los dirigentes del club. Entonces llegó Mario Rosas procedente del Castellón como fichaje ´estrella´ y su paso por la entidad de Jesús Samper tuvo muchas más luces que sombras.