­Juanma Molina afrontará en 2011 un año crucial para su carrera deportiva. A sus 31 años de edad, da el salto definitivo a los 50 kilómetros marcha. Después de lograr el bronce en el Europeo de 2002 y ser campeón del mundo universitario, se abre una nueva etapa en su vida.

¿Qué espera del año 2011?

Que como mínimo sea como el 2010. He llegado a un punto de madurez importante que me hace ver las cosas con perspectivas. Lógicamente, el primer objetivo es el Campeonato de España, el 7 marzo, que es donde quiero hacer en 50 kilómetros una marca que me asegure estar este verano en el Mundial de Corea del Sur.

¿Definitivamente los 20 kilómetros ya son historia?

Nunca se acaba, porque cuando haces una especialidad como la nuestra, aunque me dedique más al 50, tienes que tener una velocidad punta importante. No descarto hacer competiciones importantes de 20 kilómetros, pero mi idea en la alta competición está centrada sólo en el 50.

¿Ha cambiado mucho su preparación?

La verdad es que estos últimos años me estaba dando cuenta de que necesitaba motivación extra. He cambiado muchas cosas y, de hecho, hace poco estuve en el CAR de Sant Cugat trabajando la técnica para mejorar. Cuando coges una rutina diaria romperla supone un estímulo.

¿Es más duro el 50 que el 20?

Como aún soy novato, no sé qué decirte. Yo lo he pasado muy mal en los 20 kilómetros, donde he hecho preparaciones de calidad y cantidad de kilómetros, y lo he pasado muy mal para poder conseguir mis éxitos deportivos. A día de hoy no lo sé, pero creo que estar entre los mejores es tan difícil en los 20 como en los 50. Lo importante es saber planificar bien la programación deportiva. A la competición se va a disfrutar y a pasarlo bien, pero donde realmente uno pasa malos momentos, es en los entrenamientos.

Hace un tiempo me planteaba sus dudas sobre el futuro. ¿Ahora lo tiene todo claro?

La verdad es que sí. Soy una persona que intenta analizar mucho las cosas y tengo la mala costumbre de hacerlo cuando van mal; no suelo ser muy objetivo. Quizás el último año me ha pasado eso y llegué a la conclusión de que había que cambiar cosas y seguir madurando. Terminé la temporada con más ganas que nunca, y hace tiempo que no tenía esa sensación, de tener ganas de machacarme de nuevo, de programar una temporada con la ilusión que eso conlleva. También voy a ser sincero, y a lo mejor dentro de seis meses digo lo contrario. Mi idea es vivir dos años muy importantes, con un Mundial el próximo verano, y lógicamente, poder optar a mis terceros Juegos Olímpicos.

El atletismo se ha visto envuelto en una situación muy desagradable con el caso de Marta Domínguez. ¿Qué sensación le ha dejado el asunto?

Duele ver que hay gente que ha sido santo y seña del atletismo envuelta en estos temas. A mí me gusta ver el vaso medio lleno y ver las cosas positivas, y ver que realmente ahora se está persiguiendo el dopaje, que todos vamos a competir en igualdad de condiciones y que sobresalga la superioridad física y mental.

Pero no me negará que la imagen del atletismo ha sido seriamente dañada.

Hay que dejar claro que es una situación que se da en cualquier ámbito de la vida, pero hay que reconocer que la gente involucrada es un espejo y un reflejo, no sólo para la gente joven, sino también para los propios deportistas. Es muy importante que esté Marta Domínguez por todo lo que conlleva, por la grandeza de una persona excepcional. Sinceramente, de Marta Domínguez no me lo esperaba, o esperaba que una persona con unos valores y una integridad ética como la de ella, estuviera incumpliendo las normas, porque mientras que no se demuestre lo

contrario, seguirá siendo un referente.

¿La credibilidad del atletismo se ve seriamente afectada?

Espero que no. Estos casos sirven para que la sociedad haga autocrítica, no sólo los atletas y las federaciones, también los medios de comunicación deberían no proyectar tanto la idea de ser el mejor. Se podría abrir un amplio debate, pero estos casos deben servir para educar a la gente. Yo no me escondo y cuando voy a los centros escolares a dar una charla, no eludo casos controvertidos como el dopaje, y la juventud debe igualmente ser consciente de que la droga va en contra de los valores. Lo que debemos hacer es enriquecer el proceso educativo, pero este caso tiene su lado negativo, que en el mismo hay gente que son grandes referentes nacionales e internacionales. Pero todo ello espero que sirva de reflexión para que las generaciones futuras sean más limpias.