­­Que el FC Cartagena se convirtió el pasado año en el mejor escaparate para algunos jugadores que militan o han militado en este equipo no cabe ninguna duda, y el ejemplo más claro lo pudimos observar el pasado verano cuando Quique de Lucas, uno de los futbolistas clave en el desarrollo de la temporada, se marchaba –porque quedaba libre– al Celta de Vigo, que decidió contratarlo por dos temporadas a razón de 450.000 euros cada una de ellas.

Otros, como es el caso de Rubén, tuvieron que pasar por taquilla para poder marcharse. El guardameta ahora del Málaga dejó en las arcas del club albinegro cerca de 1.200.000 euros, como pago de la cláusula para rescindir el contrato.

Hay casos diferentes como los del delantero santomerano Toché y el medio centro Longás, no tuvieron tanta suerte. Nadie fue capaz de asumir sus millonarias cláusulas de rescisión de contrato –un millón y medio Longás y un millón doscientos mil euros Toché–, aunque con un poco de paciencia también podrán encontrar una buena compensación, en forma de un suculento contrato, por las dos temporadas realizadas en el

conjunto albinegro.

En el FC Cartagena son conscientes que ambos futbolistas están en boca de muchos y por ello a lo largo de esta temporada han tratado de alcanzar un acuerdo de renovación.

Sin embargo, las cifras que vienen manejando los futbolistas están muy por encima de hasta dónde puede llegar –a día de hoy– Paco Gómez, presidente del club cartagenerista.

Toché se está dejando querer por varios clubes, algunos de ellos de Primera División, y su nómina –una de las más económicas en cuanto a delanteros se refiere, esta temporada en Segunda División– se podría multiplicar por cuatro si alcanza alguno de estos acuerdos. En el FC Cartagena saben que para retener a Toché deberían pagarle cerca de 600.000 euros por temporada. Recordemos que el santomerano llegó procedente del Albacete, gracias al interés de Juan Ignacio Martínez por contratarlo. Tras muchas negociaciones el delantero –que en las seis anteriores campañas había marcado un total de 15 goles en siete equipos distintos– recaló en el FC Cartagena y demostró su valía anotando 19 tantos la pasada temporada, por lo que su cotización subió como la espuma.

Longás también se ha convertido en un valor en alza y son varios los equipos de Primera y Segunda División que se pelean por llevárselo a sus clubes. Llegó de un Segunda B –el Barcelona B– y se reivindicó con una forma de ver el fútbol al más puro estilo Guardiola, lo que le ha valido el reconocimiento de la grada.

La política de recorte en el presupuesto del conjunto albinegro continuará la temporada que viene si el equipo no es capaz de subir a Primera División. Como algunos de los que forman parte del FC Cartagena consideran, el club es un mero trampolín para un buen puñado de futbolistas que, bajo las órdenes de Juan Ignacio Martínez, han sido rescatados para volver a estar en primera línea, ya sea en Segunda División, o abrirse paso en Primera en un futuro no muy lejano.