Los jugadores del Real Madrid llegaron ayer por la tarde a la capital murciana, donde fueron esperados por más de un millar de personas que se agolparon a las puertas del hotel JC1 para ver de cerca a sus ídolos. Y como pasa siempre que los blancos pisan la Región, todos los curiosos y simpatizantes se fueron con mal sabor de boca después de que los ´galácticos´ no fueran capaces ni de dedicarles un gesto cariñoso. Ya se sabe, los jugadores del Madrid se ven, pero no se tocan.

De todos modos hubo excepciones. Una la de Iker Casillas. El capitán blanco y de la selección española tuvo la delicadeza de pararse un instante para firmar un autógrafo, mientras que Pedro León, jugador muleño del Madrid, cumplió el expediente dedicando un par de saludos a los dos lados en los que amontonaban los aficionados. Los demás, como si estuvieran de vacaciones.

Ni los más esperados como Cristiano Ronaldo y José Mourinho fueron capaces de mostrar un poco de simpatía. El delantero esbozó una pequeña sonrisa, pero el entrenador ni tan siquiera miró al público. Ver un ´desembarco´ del Real Madrid en cualquier hotel de Murcia se parece cada vez más a una etapa ciclista, puesto que son escasamente cinco o seis segundos el tiempo que el público tiene para ver más de cerca a

futbolistas que perciben anualmente cantidades económicas que están a caballo entre los esperpéntico y lo disparatado.

En el aeropuerto de San Javier también se congregaron cerca de medio millar de aficionados para ver en persona a los nuevos ´galácticos´ de Florentino Pérez, donde al parecer los jugadores tampoco se mostraron demasiado cercanos.

Otro capítulo es el de la firma de autógrafos. El Madrid sólo deja pasar a este acto a los socios que tengan una invitación previa del club, lo que supone que gente que está dos horas esperando tenga que ver delante de sus narices como los VIPS van accediendo al complejo hotelero sin ningún problema. Es verdad que es injusto, pero en la casa blanca estas cosas se siguen haciendo mal desde hace años.