Estaba claro de antemano que el descenso a Segunda B iba a traer consigo importantes cambios en el Real Murcia. El primero, sin ir más lejos, será el presupuesto que maneje la entidad para el próximo curso en la categoría de bronce del fútbol español. En principio, y según pudo conocer ayer este diario, los dirigentes de la entidad grana están trabajando para cerrar el presupuesto del próximo curso en unos 3,5 millones de euros, cifra que dista mucho de los diez millones invertidos el pasado curso.

Una cantidad que, siempre que se invierta de forma razonable y con cierto criterio en la planificación deportiva, puede hacer de los granas uno de los equipos más potentes de la categoría de bronce del fútbol español.

En principio, la idea de los rectores de Nueva Condomina es la de gastar algo más de lo que se tiene previsto ingresar esta campaña. Hay que tener en cuenta que la entidad grana dejará de forma automática de ingresar alrededor de unos seis millones de euros por el descenso de categoría. Partidas importantes que se recibían hasta la fecha como los ingresos por los derechos de televisión, las quinielas y los abonos se verán reducidos y, de forma inevitable, afectarán a las cuentas del club.

Otro de los puntos claves de la nueva temporada serán los topes salariales que impondrá la directiva para los jugadores, con el fin de no aumentar los problemas de la delicada economía murcianista. En principio, se están barajando cantidades que oscilan entre los 75.000 y los 90.000 euros, salvo algunas excepciones contadas que puedan producirse. De la misma forma que el pasado verano se intentó hacer un esfuerzo extra para tratar de retener a Movilla, tampoco sería extraño que para el próximo curso se haga algún ´guiño´ a alguno de los jugadores con contrato en vigor y que interesan para seguir con el proyecto aunque sea en una categoría inferior.