A pesar del descenso a Segunda B y de las dificultades que va a tener el Murcia para solucionar los problemas que tiene con algunos jugadores que tienen contrato en vigor con cantidades imposibles de asumir para una entidad que está inmersa en un concurso de acreedores y que encima ha descendido de categoría, no todo van a ser malas noticias, ya que al menos tres jugadores podrían dejar la disciplina grana en las próximas semanas.

El más codiciado de todos ahora mismo es el delantero Chando, máximo goleador del Murcia en la presente campaña con catorce tantos. El problema es que el mallorquín todavía tiene un año más de contrato en vigor y su ficha no es de las más elevadas de la plantilla, por lo que todavía no está descartado que se vaya a prescindir de sus servicios de forma precipitada. Córdoba, Cartagena, Las Palmas y Córdobas son algunos de los equipos que ya han contactado con el entorno del futbolista para saber lo que piensa hacer el próximo curso. En este sentido, los directivos granas lo tienen bastante claro. Si llega una buena oferta, Chando saldrá, pero de lo contrario no sería de extrañar que formara parte de la plantilla que se arme ahora para tratar de regresar a Segunda el próximo curso.

El que parece que sí tiene las horas contadas es Álvaro Mejía, futbolista que llegó al Real Murcia en el verano de 2007 como uno de los refuerzos de lujo para Primera División. Ayer dejó más claro que el agua que no continuará en la entidad grana después de confirmarse el descenso y tras admitir que su contrato actual no puede mantenerse en cualquier caso con la nueva situación del equipo. "Ya he mantenido varias conversaciones con personas del club y soy el primero que entiende que mi contrato no se puede mantener con un descenso, por eso lo único que puedo hacer es facilitar las negociaciones lo máximo posible para que tanto el Murcia como yo salgamos lo menos perjudicados", explicó el madrileño en una entrevista concedida en Onda Regional.

El ex defensa del Real Madrid, que llegó a disputar un total de cuarenta partidos con la camiseta blanca, no tardó mucho tiempo en convertirse en uno de los jugadores más representativos de la plantilla murcianista. De hecho, tras la llegada ese mismo año de Javier Clemente al banquillo para tratar de evitar un descenso que al final se produjo, el entrenador vasco decidió nombrar capitán del equipo a Mejía dándole los galones del hombre fuerte del vestuario. El pasado verano llegó el primer encontronazo entre Mejía y el Murcia, cuando no entraba en los planes de la entidad murciana debido a su elevado sueldo. En este sentido, tanto el madrileño como los rectores lograron llegar a un acuerdo para no tener que despedir al futbolista y alargaron el contrato hasta 2013 reduciendo las cifras que Mejía recibía cada temporada. A día de hoy el defensa gana en el Murcia unos 600.000 euros anuales, aproximadamente, y es el principal motivo por el que tiene claro que se ha acabado su ciclo en la capital del Segura.

"Estoy también muy contento por el comportamiento de la afición durante estas temporadas, ha sido ejemplar. Yo creo que pronto podremos saber algo nuevo sobre mi situación, pero por ahora lo mejor es que lleguemos a un acuerdo cuanto antes", explicó el madrileño.

Bruno, un caso previsible

El caso de Bruno Herrero es distinto al del resto. Lo primero es que acaba contrato ahora en junio y no va a seguir por el descenso a Segunda B. Han sido varios los equipos que han llamado a la puerta del jerezano, quien aterrizó en el Murcia hace ya cuatro años de la mano de Lucas Alcaraz. Ahora parece que su destino está claro. Ha recibido una oferta de Las Palmas y el centrocampista andaluz quiere seguir jugando en Segunda División.