Juan Valverde Alcántara es la única persona de Murcia que puede decir que ha sido en algún momento de su vida presidente de los primeros equipos de fútbol y baloncesto de la ciudad. Nadie más se ha sentado en los palcos de La Condomina y del Palacio como máximo responsable. Antes fue empresario del sector alimentario con la firma Juver y ahora lo es del sector inmobiliario y náutico a través de una naviera. ¿A qué habría dedicado de no haber empresario?

Pues no lo sé, porque empecé con 17 años, y no me hago a la idea de otra cosa.

¿Con qué empezó?

Con la conserva y después, a los siete u ocho años, fue cuando empezamos con los zumos.

¿Cuál fue su primer negocio?

En esos inicios los negocios eran los de 'Juan Palomo', yo me lo guiso yo me lo como. Hacíamos membrillo, mermelada, cosas muy pequeñitas, sin salir de la Región.

¿Qué fue lo primero que hizo en el negocio?

Yo empecé directamente con el negocio porque mi padre era químico especialista en la conserva y yo tenía un apoyo en él.

¿Le ha ido mejor con los barcos y la inmobiliaria que con los zumos?

No. Son cosas distintas. La empresa de alimentación lleva una pauta y las que van bien, aumentan año tras año. Son programas que si los planificas bien, te puede pasar como a mí, que me salió bien. En la náutica me metí porque me gustaba y lo hice cuando vendí la fábrica de Juver. En la inmobiliaria se puede ganar mucho dinero y se puede no ganar nada porque no tiene una línea de continuidad como la alimentación.

¿Y ahora, en qué época estamos?

De vacas flacas. Igual que ha caído el coche, lógicamente en la náutica también han bajado las ventas. Estamos a un 50% de otros años.

¿Cómo se metió en el fútbol?

Porque Pepe Pardo y Sánchez Rex estaban en el fútbol. Yo tenía relación con ellos e iba al fútbol. Me propusieron entrar un día en la directiva y así empezó todo, hicimos unos años muy agradables, en muy buena armonía.

¿Fue un accidente que llegara a ser presidente del club?

Fue porque Pepe Pardo tuvo un problema familiar y se vio en la obligación de dejarlo, y el que estaba más próximo a él en todos los aspectos era yo. El resto de compañeros optaron por mí.

¿Había visto algún partido de baloncesto antes de crear el Juver Murcia?

Ni lo había visto ni sabía lo que era. Fue un grupo de periodistas, entre ellos González Barnés, los que me buscaron como patrocinador, y como las inversiones en el deporte siempre son cortas o pequeñas, me involucraron para que pusiese el dinero que hiciera falta. Y de ahí nació aquel equipo de Tercera División.

Pero se volvieron locos.

Al año siguiente ya estábamos en Primera, que era pegar dos saltos, porque le compramos a Logos los derechos. Y a los dos o tres años, en ACB. Se pasaron años muy bonitos, y cuando tuvimos patrocinador, fueron los mejores momentos económicos y deportivos. Después empezamos con los sufrimientos económicos, pero a pesar de eso estuvimos bastantes años en la ACB.

¿Quién ha sido el mejor jugador y el más fresco que se ha encontrado en su vida?

Tuvimos varios jugadores buenos, como Clarence Kea, Ralph McPherson o Mike Anderson. Pero el que más revuelo causó fue Randy Owens. Y frescos, han sido tantos. Recuerdo uno al que le dejamos el coche y lo dejó en la Gran Vía tirado.

¿Y el mejor y el peor entrenador?

Alguno está trabajando y tampoco vamos a remover ahora, pero yo tengo uno en mi mente que ha sido el más vago. Y luego hay otros más ignorantes...

¿No me va a decir quién es el más vago?

No me meta en líos. Pero sí que le puedo decir que el más trabajador ha sido José María Oleart.

¿Cuántas críticas se ganó por ser su yerno (Felipe Coello) el entrenador en varias ocasiones?

Cuando hemos ascendido, él ha sido el número uno, y cuando las cosas iban mal, era mi yerno. En el deporte y en todos los trabajos suele suceder.

Después se dejó el baloncesto. ¿Mucha gente le defraudó en ese momento?

Muchos, no bastantes. Gente que estaba incluso en la junta, que no le ha costado un céntimo estar ahí para sacar la barriga, me dio la espalda. Cuando dejé el club, pagué todas las deudas, y tengo documentación que así lo acredita, algunos consejeros tenían firmas en bancos, y se las quité todas. Después me han pagado con un 'si te he visto no me acuerdo'.

¿Es duro?

No, duro no, es triste ver el egoísmo de las personas.

¿Eso es lo peor, el egoísmo?

Sí, porque como yo ya no estaba lógicamente ahora hay que reirle las gracias a los que están para seguir teniendo un asiento en el palco.

¿Tan suculento es estar en un palco?

No, pero como están de gratis y de fantasmas, pues sí.

¿Y ahora, por qué le ha dado por el golf?

Juegas contra ti mismo, no tienes contrarios. Si lo haces bien quedas satisfecho, y si lo haces mal tienes interés en volver al día siguente para ver si lo haces mejor. Me junto siempre con un grupo de amigos y lo pasamos muy bien. Nos tiramos cuatro o cinco horas disfrutando de la naturaleza, y si se presenta, cenamos o comemos. Lo pasamos muy bien y ahí no hay zancadillas ni egoísmo.

¿Qué hándicap tiene?

No sé si lo cumpliré ahora mismo, pero estoy 8.6.

¿Cuántos años lleva jugando?

Ocho o nueve años. Me dejé la pelotita grande y cogí la pequeña.

¿Y el tabaco?

Pues también me lo dejé hace unos diez años.

¿Cuánto fumaba?

Dos paquetes de Marlboro o paquete y medio. Sobre todo por el estrés del deporte. La empresa no me daba problemas en esos momentos para tener que fumar.

¿Siempre ha sido una persona con fuerza de voluntad?

Sí y me enorgullezco de ello.

Hablaba antes de amigos con los que juega al golf. ¿Está Carabante entre ellos?

No. No sé si juega, tiene campo de golf, en una urbanización que hizo en Almería, pero no es aficionado a coger el palo.

Este verano iban a entrar juntos en el CB Murcia. ¿Qué pasó al final?

Llegamos a un acuerdo los dos de dar un paso para atrás porque no se aclaraba el tema de la deuda pendiente. Y luego él, por situaciones que ignoro hasta hoy, dio tres pasos hacia adelante. Entendí que a él le convenía.

¿Está en el consejo de administración o no?

Yo no estoy, no he dado la autorización. Si miras el organigrama del club sí estoy, pero no estoy.

¿Ha vuelto a hablar con él?

Sí, alguna que otra vez, pero no hemos llegado a hablar del tema porque tampoco me ha preocupado mucho. Lo único que me preocupa es el baloncesto, porque creo que entre los que deseaban que estuviese Carabante por motivos que desconozco, y él, que quería ser, se han cargado el baloncesto.

¿Volvería?

No, ahora lo tengo clarísimo. En aquel momento que estuve para volver fue petición política, y cuando ellos han entendido que había una persona con más economía, con más promesas y más cosas, entonces no les ha importado dar de lado a la gente. Y yo, donde no me quieren, procuro no estar.

¿Alguien le ha explicado qué ocurrió?

No. Me quedé encantado en mi casa porque mi familia estaba en contra, porque saben los años que hemos estado peleando, y los agradecimientos han sido pocos o ninguno. El pasito para atrás me vino muy bien. Lo único que te duele son las formas.

Usted siempre tuvo una persona de confianza, que fue Daniel Barceló. ¿Qué les pasó?

Es el más cobarde y mala persona.

¿Por qué?

Porque es un egoísta y no recuerda cuando lo echaron del Real Murcia y fue llorando porque necesitaba un suelo para mantener su familia. No se acuerda que él ha sido amo y señor durante muchos años, hasta que me di cuenta de sus carencias y le fui quitando poder. Y eso no lo soportó.

¿Mucha gente le ha traicionado en esta vida?

En los negocios, nadie, pero sí en el deporte, casi todos.

¿Por qué hay tantos intereses creados alrededor del deporte?

Porque como te he dicho, hay unos señores a los que yo llamo 'palqueros' que son capaces de vender a su padre y a su madre por un palco. Sacan la barriga, les regalan entradas para que ellos las regalen y se crean el rey del Mambo. Ese es el problema que tiene el deporte.

Ahora mismo, para relajarse, ¿el golf?

Yo tengo una serie de amigos, a los que soy fiel. Ahora hemos estado en Bilbao...

¿En la Copa del Rey de baloncesto?

Sí, sí, sí. Este año he estado en Bilbao, en Las Palmas en la presentación de la Liga, porque los que creen tener poder en Murcia para que la ACB me rechace, no lo han conseguido. Me siguen invitando, aunque yo me lo pago todo.

¿Es creyente?

Sí, pero no soy practicante.

¿Y piensa que el destino lo escribimos nosotros?

No, hay veces que el destino te lo dicen y no te lo crees, sobre todo las mujeres, que van por delante siempre de nosotros.

Alguna vez lo veo por Nueva Condomina. ¿Qué opinión tiene de Jesús Samper?

Tengo buena opinión de él. Es una persona criticada porque hay gente que no quiere entenderlo. Él es como es, ha gastado mucho dinero en el fútbol, se ha equivocado en gastarlo, que también es verdad, pero no se le puede reprochar que haya racaneado. Le ha salido mal porque quizás no ha sabido rodearse de las personas adecuadas. Y a partir de ahí, ha sido una guerra contra él y él contra los demás. Yo, en su lugar, estaría haciendo lo mismo que él o peor.

¿Antes era más fácil el fútbol?

Era distinto porque nosotros lo único que hacíamos era que poníamos nuestro patrimonio para el fútbol, pero siempre con la idea de recuperarlo, y de hecho, casi todo el que ha pasado por ahí, lo ha recuperado. En el fútbol puro y llano del Real Murcia, Samper ha perdido muchísimo dinero.

¿Usted perdió mucho dinero con el deporte?

A mí me costó en aquellos tiempos, en los años 80, entre 12 y 15 millones de pesetas.

¿Y en el baloncesto?

Muchísimo dinero. Empezando desde que era patrocinador cuando no lo había, a mí no me ha rescatado nadie como se publicó en su día. Cuando me marché del baloncesto, para dejar el club a cero, me gasté 2,2 millones de euros, más los que he ido poniendo año a año. Cuando me fui quise hacerlo así para dejarlo con buenas perspectivas.

¿Por qué se acabó todo?

Recibí promesas políticas, de que me lo iban a arreglar todo. El detonante fue la ampliación de capital de 2003, que se iba a hacer con una serie de personas y sólo cumplió Cajamurcia con lo que se había pactado.

¿Tiene la insignia de oro del club?

Sí, porque me la compré yo.

¿Nunca ha echado en falta un reconocimiento?

Hay gente que ha hecho muy poquito en Murcia por el deporte y a la que le han reconocido mucho. Yo no sé lo que he hecho, pero sé que no existía el baloncesto en Murcia, y el equipo, hasta hoy en día, está en ACB.

Recuerdo a la que lió con aquellas declaraciones en las que decía que tenían que escupir a los jugadores. ¿Se arrepintió?

Nunca. Están mejor o peor hechas, pero en el fondo no me arrepiento de nada.

¿Es muy sincero para todo?

Sí, es uno de mis grandes problemas.

Para terminar, ¿alguna vez le volveremos a ver por el Palacio?

Mientras que esté una persona de la que ya hemos hablado antes, no, porque es una cosa que me pone el estómago malo.

Pues muchas gracias por hablar tan claro.

Si es que yo no me corto, si no lo hacía antes, no tengo motivos para no hacerlo ahora. Gracias a usted.