Robert Hunter y Graeme Brown son los sprinters más reputados de la Vuelta Ciclista a Murcia. Ayer, en la primera llegada masiva de la carrera, el sudafricano le ganó el asalto al australiano, quien el año pasado salió de la Región con un botín de dos triunfos. Uno a cero para el corredor del Garmin, quien alcanzó también una cifra redonda de victorias en su dilatada carrera deportiva: cuarenta.

Hunter, que es natural de Johanesburgo, no necesitó excesiva ayuda de sus compañeros de equipo -tres de ellos se quedaron descolgados del pelotón-. El golpe de riñón del ganador de una etapa del Tour 2007 fue suficiente para imponerse tras 4 horas, 15 minutos y 40 segundos de carrera. Brown se tuvo que conformar con la segunda plaza, mientras que el mallorquín Vicente Reynés, del Columbia, fue el tercero.

Comora era de esperar, en los primeros kilómetros se formó una fuga que protagonizaron Danny Pate (Garmin), Alexandre Blain (Endura), Lieuew Westra (Vacansoleil) y Rubén Reig (Caja Rural). Llegaron a disfrutar de una máxima diferencia de cinco minutos, pero cuando la línea de meta ya se atisbaba en el horizonte, el pelotón cazó a los aventureros, que estuvieron más de 130 kilómetros fugados.

Con anterioridad, el pelotón se rompió en el alto del Cedacero, a 20 kilómetros de meta, y en cabeza se quedaron unas cincuenta unidades, entre ellos todos los favoritos al triunfo final. Por tanto, el viento, que apareció en el tramo final, entre Los Nietos y San Pedro, se convirtió en un simple compañero de viaje.