El Cartagena le ofreció varias salidas el pasado verano a clubes de Segunda División B, pero el futbolista dijo que no a todas ellas. Ahora, el club le ha hecho una oferta para cesar, pero Juan Pablo sigue pensando que si le quieren dar la baja le deberán pagar íntegramente su contrato.

Este tira y afloja se ha tensado un poco más, al ganar Juan Pablo la primera batalla y tener que readmitirlo el club a los entrenamientos. El Cartagena no está dispuesto a subir en sus proposiciones y el jugador tampoco a bajarlas.