La mala trayectoria deportiva del Murcia desde que arrancó la temporada ha provocado que en los últimos días, a pesar de haberse disputado sólo doce jornadas del campeonato, haya aparecido la temida palabra del descenso. El problema es que si bajar de categoría para un equipo en condiciones normales ya es bastante dramático, en el caso del Real Murcia, al estar inmerso en un concurso de acreedores, podría provocar la disolución de la entidad. El propietario del Murcia, Jesús Samper, puso en marcha hace algunos meses un plan de viabilidad que consistía en negociar con los acreedores las cantidades pendientes para poder presentar un convenio anticipado y salir de la situación judicial en la que se encuentra el club.

De todos modos, el principal problema es que este mencionado plan de viabilidad exige como condición imprescindible que el equipo compita en el fútbol profesional, es decir, en Primera o en Segunda División. Algo que no ocurriría si el Murcia sigue como hasta el momento y terminara, en un hipotético caso, certificando el descenso a Segunda B. Dentro del plan de viabilidad se tienen en cuenta los ingresos que se reciben tanto en Primera como en Segunda en conceptos que llegan tanto de los derechos televisivos como de la Liga de Fútbol Profesional (LFP).

De no ser así, el Murcia no tendría, para entendernos, autonomía propia suficiente como para generar la cantidad que tiene que ir devolviéndole poco a poco a sus acreedores.

La simple posibilidad de que el club desapareciera, aunque remota, ha causado un gran revuelo en todos los sectores de la sociedad murciana. Desde la clase política, pasando por los aficionados y por algunos sectores de los medios de comunicación. El alcalde Cámara ya dijo el lunes que la situación se veía venir y que lleva mucho tiempo avisando de que hay que buscar soluciones. Ayer su sumó el PSOE, que a través de sus concejales en el Ayuntamiento también quiso dejar claro que había que tomar medidas para intentar, a cualquier precio, que no se tenga que llegar a esta situación.

De todos modos, y a pesar de que Ley habla de disolución de la entidad en caso de no poder hacer frente a los plazos marcados por el convenio anticipado, fuentes del Murcia consultadas ayer por este diario quisieron llamar un poco a la cordura haciendo ver que difícilmente podrá disolverse el Murcia esté en la categoría que esté.

Esta noticia, que ya se conocía desde el momento que Samper explicó todos los detalles sobre el procedimiento que iba a seguir para sacar al club del concurso de acreedores, ha vuelto a aparecer ahora con más fuerza sólo por el hecho de que la trayectoria deportiva del equipo está siendo pésima. Se trata del único equipo de Primera y de Segunda que todavía no ha sido capaz de ganar ni un partido.

Ahora bien, todavía quedan treinta jornadas para que concluya el campeonato y, aunque es cierto que el equipo tiene mala pinta, es pronto para aventurarse a hablar de un posible descenso sin haberse llegado ni tan siquiera al ecuador de la competición. Al margen de la ley, será casi imposible que el Murcia pueda desaparecer siempre que siga teniendo el respaldo social con el que ha contado en los últimos años.