La muestra, titulada "Cuerpo, color, inmaterial", presenta 120 pinturas y esculturas, unos cuarenta dibujos y manuscritos del artista, así como numerosas películas y fotografías de la época, que proponen una revisión de la obra de Klein (Niza 1928-París 1962).

"Mis cuadros son tan sólo las cenizas de mi arte", decía el creador, cuyo nombre ha quedado asociado a los lienzos monocromos y las antropometrías (huellas de cuerpos sobre la tela).

Conocido popularmente por su azul IKB (International Klein Blue), el heterodoxo artista tuvo también como colores fetiche el dorado y el rosa.

Estos tres colores, citados en ese orden en sus escritos, son el eje del recorrido de la exposición, que se clausurará el próximo 5 de febrero y que ha sido concebida a partir del estudio de textos suyos publicados recientemente.

Una muestra que, dedicada a Klein, es en sí misma una paradoja teniendo en cuenta que el artista siempre puso en duda el concepto de exposición, como lo pone en evidencia una grabación que se proyecta en el Centro Pompidou.

Ese vídeo es su famosa "performance" de 1962, que consistió en descolgar los cuadros de una sala del Museo de Arte Moderno de París para fotografiar el vacío que quedaba.

El creador proyectó incluso una exhibición de cinco salas que los visitantes debían recorrer arrastrando bolas pesadas sujetas a los pies.

"El trabajo de Klein reposa sobre un equilibrio dinámico entre dos polos: lo visible y lo invisible, la materia y el vacío, la carne y lo inmaterial. Esta tensión está en el centro de su obra", subrayan los organizadores.

También es central el concepto de lo efímero, presente en su "Escultura aerostática" (1957), formada al soltar al aire 1.001 globos, o en la iluminación en su azul IKB del obelisco que domina la parisiense Plaza de la Concordia, de un año más tarde, que se recreará con motivo de la Noche en Blanco.

El visitante podrá observar, además, una obra inédita de Klein, un exvoto dedicado a Santa Rita (1961) que el artista depositó en el Monasterio dedicado a esta beata en la localidad italiana de Cascia.

Los documentos escritos y sonoros muestran a un artista fuera de lo común que navega entre la ironía y la reflexión sobre la naturaleza del arte.

Junto a una carta de Klein en la que pide al general Eisenhower que cree un Gobierno azul, figura una grabación de su voz en la que reflexiona en alto sobre la dificultad de "oirse soñar, de soñar despierto, de pronunciar el pensamiento".

Son, todas ellas, novedades respecto a la primera retrospectiva que el Pompidou dedicó a Klein en 1983.

La actual muestra se expondrá en el Museum Moderner Kunst Stiftung Ludwig Wien de Viena del 9 de marzo al 3 de junio de 2007.