El Viento Sur llevó a Muerdo (el proyecto musical del murciano Paskual Kantero) a girar por España y América Latina. Ahora está terminando de grabar en los Estudios Guindilla de Madrid su nuevo trabajo, La mano en el fuego, producido por Fernando Illán (Rosario, Antonio Flores, Antonio Vega€), que cuenta con la participación de músicos de reconocida trayectoria como Tino Di Geraldo, y que presenta colaboraciones de ilustres murcianos como Carlos Tarque (M-Clan), el rapero Soge Culebra y el actor Enrique Martínez.

En esta nueva aventura, Muerdo continúa mezclando ritmos urbanos y modernos con sonidos mestizos y folcloristas, tanto del Mediterráneo como de América Latina, y se posiciona totalmente libre. Aunque el lanzamiento de La mano en el fuego está previsto para el próximo 4 de mayo, ya se han adelantado un par de singles, con los que el murciano se ha lanzado a la carretera; una gira que cuenta con un buen número de fechas y, por primera vez, presencia en festivales como el San San, el Viña Rock y el Arenal Sound. Esta noche En el fuego Tour 2018 llega a la Sala REM. Los murcianos Jamones con Tacones abrirán la noche con su divertido directo.

P ¿Qué tal Pask? ¿Muy ocupado?

R Estoy en Madrid. Sí, un poquito liado, pero contento de charlar contigo de nuevo.

P Estás en los estudios Guindilla de Madrid terminando de grabar tu nuevo disco, La mano en el fuego. Sales de gira, pero aún no tienes el disco. ¿Un poco contrasentido?

R Sí, la verdad es que es una cosa curiosa. Contrasentido... o no; contracorriente, desde luego. Es otra manera de hacerlo, que ha surgido un poco por las circunstancias, pero tú sabes que en este tipo de cosas no hay nada inventado... Estamos desvelando el contenido del disco poco a poco; la gente que viene al directo en estas primeras citas de la gira tiene la oportunidad de escuchar canciones en primicia que no están en ningún lado.

P Cuentas con una producción de lujo. Es la primera vez también que trabajas con una multinacional. Háblanos de tu productor, Fernando Illán, que ha trabajado con Rosario, Antonio Flores, Antonio Vega... ¿Te lo pusieron o lo elegiste tú por algún motivo?

R Me propusieron varios productores, cinco o seis, y yo elegí a Fernando; bueno, lo consensuamos entre todos, porque, dentro de los que me habían propuesto, todos tenían una línea bastante comercial. Fernando era el que tenía en su trayectoria experiencia con sonidos más latinos, más mestizos, la mezcla entre el pop, la música latina, los toques flamencos... Yo creo que a posteriori ya puedo decir que fue un acierto, porque hemos conseguido lo que queríamos: hacer un sonido un poquito más radiable, un poquito más asequible a todos los públicos, pero sin perder esa esencia mestiza.

P Uno de los primeros avances fue Vive en mí, que, como dices, mantiene la esencia marcada por Viento Sur. ¿La mano en el fuego es continuista o hay algo de novedad?

R Hay bastante novedad, lo que pasa es que sí hemos intentado que los dos primeros adelantos sean más continuistas.

P Que no despisten a nadie.

R Exacto. No queríamos sacar algo muy diferente de primeras y que la gente pudiera decir: «Esto es un cambio radical», o cosas así. Hemos intentado que los primeros temas que salieran fueran de más continuidad, para luego ya sí ir soltando cosas más diferentes.

P Hay una persona que parece muy presente en tus canciones: tu abuelo. Aparece como guía en Vive en mí y en ¿De dónde vengo?, una canción que además te muestra muy orgulloso de tus orígenes.

R Sí. Uno, cuanto más viaja y más extraña, más valora esas cosas. Viviendo en Madrid ya unos cuantos años, y viajando por Latinoamérica, muchas veces extraño muchísimo los lugares, la familia, los paisajes€ Los orígenes, como tú dices. Y sí, mi abuelo fue la primera persona que yo vi coger una guitarra; además se llamaba Pascual, como yo. Era un tipo muy bueno, y este es mi pequeño homenaje.

P ¿Cuál es el sentido del título La mano en el fuego?

R Hay un poco de todo, varias capas de entendimiento en el título. Por una parte, la más obvia: 'poner la mano en el fuego' al final es hacer una apuesta firme por algo. Primer disco que sacamos con una multinacional, primer disco con el que nos enfrentamos a una gira bastante grande, con festivales y aforos que nunca habíamos manejado€ Por ese lado, es poner la mano en el fuego. Por otro lado, yo vengo de unos años un poco convulsos, en el sentido de que, aunque todo ha ido bien, en mi carrera, en mi música y en todo, sí que me he tenido que enfrentar a ciertos juicios por parte de la gente, mediáticos, por declaraciones que algunos conocerán, otros no€ No quiero detenerme mucho ahí, pero es la manera de salir de todo eso. Y luego, por otro lado, como dice la canción que tú ya has podido escuchar y que la gente podrá escuchar pronto, que da título al disco, sí que ha habido durante estos años un descenso a los infiernos de la noche, que se materializa en esa canción. Era algo que tampoco quería obviar ni dejar de contar.

P En esa canción colabora Carlos Tarque, de M-Clan. Haces guiños al folk e incluso al blues. No parece que entrara antes en tu registro.

R Sí, anteriormente no he hecho nada parecido a ello. Surgió de una manera muy natural, supongo que también un poco por lo que cuenta, porque, al fin y al cabo, todas esas influencias, aunque nunca las haya usado -por decirlo así-, siempre han estado presentes. La música de grupos como M-Clan es prácticamente imposible no tenerla en cuenta. El tema surgió así, y decidimos grabarlo con Tarque porque nos dimos cuenta, una vez que nos metimos en la producción, de que había cierta afinidad musical. Al estar también en la misma compañía, tener el vínculo murciano, se hizo fácil hacerlo, y ha quedado muy bonito, yo creo.

P ¿Y qué tal medirte de tú a tú con Tarque, que es una de las grandes voces de este país?

R Muy agradable. Me sorprendió muchísimo que le gustara tanto mi voz. Me decía todo el rato: «Hostia, qué bien cantas», y yo flipaba, porque a mí él me parece una de las voces más bonitas, si no la más bonita, de este país. Tiene un rasgado ahí que yo siempre digo que es como un Joe Cocker español. También me sorprendió muchísimo, más allá de la voz, la presencia que tiene, la elegancia. Es todo un señor, un caballero de los que ya no hay, y se nota en todo, en su manera de andar, de reír, de expresarse€ Es una gran referencia para cualquiera que quiera dedicarse a la música.

P No es el único invitado. También cuentas en este disco con el actor Enrique Martínez.

R Sí, yo admiro muchísimo lo que hace Enrique musicalmente al margen de lo actoral, que también. Él está metido en esta historia de los cantos disfónicos, que me parece un mundo increíble, maravilloso, y queríamos incluirlo en el disco. Había dos temas bastante místicos, mestizos, espirituales, en los que entraba muy bien algo así. Lo metimos a grabar como siete, ocho minutos, y luego hicimos un compost de todo lo que había hecho, y quedó algo muy guapo. Fernando [el productor] flipó bastante. Cuando Enrique sacó el armonio y se puso a cantar, había que verle la cara... Era un poema.

P Y mira que tiene millas Fernando Illán€

R Sí. Luego se salió del estudio porque se asustó; es muy aprensivo con estas cosas pseudoespirituales, y no le molaba el rollo. Luego, el ingeniero y yo hicimos el compost, y le encantó cómo quedó.

P También has sumado a tu disco a Soge Culebra, que aparece en otro de los adelantos.

R Sí. No le conocía, supongo que hay una brecha generacional entre nosotros... Pero cuando salieron las confirmaciones de Viña me di cuenta de que un par de blogs hablaban de «confirmaciones murcianas»: Muerdo y Soge Culebra, y me puse a investigar lo que hacía. Me impactó mucho la posibilidad que podría tener esa voz cantando reggae.

P Este nuevo disco, aparte de la participación de Fernando Illán en la producción, supone un salto de calidad en muchos aspectos. También participan Tino di Geraldo, Diane Abad y Martín Broom. No sé si has vivido cambios también en la esfera de lo personal.

R Sí, siempre hay cambios personales, y siempre se acaban manifestando en la obra de uno. Particularmente estos dos años han sido de muchísimo cambio para mí; te diría incluso que los últimos tres, cuatro años. A nivel personal, ideológico, de amplitud de miras, de experiencias€ Muy intenso. Claro, eso se nota mucho en las canciones.

P ¿De dónde sopla el viento ahora?

R Sigue soplando el viento del sur; siempre. Yo creo que en mi caso siempre va a soplar el viento del sur, lo que pasa es que ahora me lleva un poco más hacia el norte. Está empujando muy fuerte hacia el norte.

P ¿Cómo describirías el disco?

R Yo creo que es un disco que sigue teniendo mucho arraigo en la realidad, aspectos de observación o crítica social, como en La última danza; pero también parte más de las experiencias personales, como en Tendré canciones. También tiene su parte espiritual, romántica, como Invisible, o con los afectos, los arraigos personales, los orígenes, como De donde vengo o Vive en mí. El disco sigue siendo heterogéneo, como todos los anteriores, mestizo, pero todo está mirado desde un prisma de menos obviedad. Hay un poco más de madurez, incluso, si me apuras, un poco más de cripticismo; todo es menos directo, menos obvio. Hay crítica a los críticos, como El niño de la ciudad.

P ¿A qué críticos?

R Lejos de la ciudad, por ejemplo, habla de los que viven en la capital, y hablan de la izquierda, del progreso, teorizan en lo ajeno€ A mí me gusta mucho cuestionar incluso los movimientos de los que me siento parte; es algo que no he dejado de hacer en este disco. No solo me gusta dar caña, si soy o me considero de izquierda, a los fachas. A mí me gusta repartir pa tos laos. Hay una letra que me gusta mucho: «Yo no quiero ser tu pastor ni tu profeta, no vine aquí a mostrarte a ti la verdad». Es como esa actitud de posicionarme totalmente libre, del público, los movimientos, la política€ De absolutamente todo.

P Como músico, ¿qué te parece ver que compañeros de profesión se sientan en el banquillo por cantar?

R Me parece totalmente inadmisible, pero también me parece bastante loco. O sea, yo he leído las letras de esos chavales y, hostia, me parece que utilizar la música para hacer eso es un despropósito también, ¿sabes? Aunque obviamente no creo que la cárcel sea la solución; me parece totalmente desproporcionado. Vivir en un país en el que los que roban millones y millones no pisan la cárcel, y que metan preso a un chaval por decir lo que piensa -por mucho que no esté de acuerdo con lo que piensa, que no lo estoy-, me parece totalmente ilógico.

P ¿De dónde viene tu canto?

R Mi canto no sé de dónde viene, pero sé que viene de lejos, muy profundo, de dentro, no te puedo decir de dónde, porque no lo sé. Es todo un misterio de dónde vienen las canciones, no son de este mundo, o son de este mundo, pero no del físico tangible.