Álex es de esa clase de hombre que cree que puede conquistar a la mujer que quiera, sobre todo si alguien le reta a hacerlo; Carla es mucha mujer y está a punto de abrir las puertas de un mundo con el que Álex no hubiese podido imaginar... El cazador va a ser cazado. Esto va a encontrar el lector en No está el horno para cruasanes, la primera novela en papel de la escritora murciana Alba Navalón, también conocida por su pseudónimo Shirin Klaus, que ha conseguido hacerse un nombre en el mundo literario juvenil y romántico.

Ese título y la portada, ¿hacen un guiño al uso del término 'cruasán' para referirse a los hombres musculosos de gimnasio?

Exacto. El libro comienza con los típicos chicos de gimnasio que están muy cabreados porque han oído a sus compañeras riéndose de su físico y diciendo que nunca saldrían con ellos porque tienen cuerpo de cruasán, con el torso y los brazos tan grandes que sus cabezas, en comparación, parecen olivas.

Un enfoque divertido entonces, ¿con este libro va a reír el lector?

La historia empieza desde la primera página con un tono muy gamberro y divertido que espero consiga divertir y enganchar al lector.

¿Cómo surgió la idea de la que versa esta historia?

Quería contar una historia en la que la protagonista femenina fuera la que llevase las riendas de la relación. En casi todas las novelas románticas, la chica ha tenido pocas relaciones o incluso es virgen. Él, en cambio, tiene una lista de antiguas parejas interminable y es quien le descubre a la mujer todo tipo de placeres. Mi intención en esta historia era cambiar eso y que fuera ella la experimentada, de tal forma que se intercambiasen los roles típicos de la novela romántica.

Primero decidió autopublicarlo en Amazon, y a los pocos meses Grupo Planeta se interesó y decidió editarlo. ¿Cómo fue ese proceso?

Llevaba varias semanas a la venta en Amazon cuando una lectora que trabajaba con el Grupo Planeta me sugirió que le enviase la novela a la editorial porque estaba convencida de que encajaba perfectamente en su catálogo. La mandé, no muy convencida de que estuvieran interesados en comprar los derechos. Cuál fue mi sorpresa cuando aceptaron publicarlo en digital. Fue un momento muy feliz de mi carrera, y más todavía cuando aproximadamente un año después, ante el éxito de la primera edición, habían seleccionado la novela para salir en papel.

¿Amazon libros es una oportunidad para los jóvenes escritores?

Sin duda, es un excelente escaparate para todos los escritores, jóvenes o no. Permite llegar a lectores de todo el mundo con facilidad y, si ofreces un producto de calidad, con una portada atractiva, una historia trabajada y un texto cuidado, puedes conseguir resultados iguales o incluso mejores a los que conseguirías con muchas editoriales.

Tiene una decena de publicaciones hasta el momento, pero ha sido No está el horno para cruasanes el que ha marcado la diferencia en su carrera como escritora. ¿Por qué cree que ha sido esta novela?

La mezcla de erotismo y humor, junto con el novedoso cambio de roles, sin duda han sido los artífices de que esta novela haya funcionado tan bien entre las lectoras del género.

¿Qué significa para usted que la novela haya sido publicada con sello Zafiro?

Fue un momento muy significativo en mi carrera, pues publicar con el sello romántico del Grupo Planeta es un honor y un privilegio. Zafiro tiene unas lectoras muy fieles, grandes amantes de la novela romántica, y al salir publicada con ellos pude llegar a un público enorme que, por suerte, acogió con entusiasmo la novela.

Otros dos títulos suyos son Cuando tú y yo rompimos y Bailando espero al hombre que yo quiero , también publicados por Grupo Planeta. Todos de género romántico...

Juvenil y romántica son los géneros en los que más cómoda me siento escribiendo, pues son las temáticas con las que más disfruto también como lectora. Por suerte, son géneros muy versátiles que permiten contar historias muy diferentes y, por ejemplo, tengo una novela que se centra en el tema de la autoestima y otra que versa sobre el machismo.

Tras el pasado 8 de marzo, estamos sumergidos en un momento de revolución feminista. En sus historias, ¿cómo es el papel de la mujer?

Gran parte del éxito que ha tenido No está el horno para cruasanes se debe precisamente a que la protagonista rompe todos los estereotipos de protagonista femenina. La revolución feminista también se hace sentir entre las lectoras de novela romántica y por ello este libro ha funcionado tan bien, porque rompe con lo tradicional.

Hablemos de su profesión. ¿Cómo es la vida de un escritor tan joven?

Escribir una novela requiere muchas horas de trabajo frente a un ordenador y sin duda es una labor solitaria, pero quienes disfrutamos con esto lo hacemos con gusto y robamos horas a otras actividades que en nuestra escala de prioridades se encuentran por detrás de la escritura. Para mí, pasar un sábado leyendo o escribiendo es un planazo, y a otros se les caería la casa encima.

¿Es difícil ser un escritor diferente hoy día donde casi todo ha sido escrito ya?

La trama es importante, sin duda, pero es la forma de contar la historia lo que marca la diferencia. Una misma idea, narrada por dos autores distintos, puede dar lugar a novelas radicalmente diferentes, y aunque siempre se debe buscar la originalidad, lo que el lector realmente agradece es que el autor sea auténtico y le haga meterse en la piel de los personajes.

Shirin Klaus, ¿por qué ese pseudónimo?

En la universidad estudié árabe y en esas clases me llamaban Shirin, es un alias al que le tengo un cariño especial. Cuando empecé escribiendo novela juvenil usaba mi nombre real y al dar el salto a la novela romántica adulta, decidí usar el pseudónimo de Shirin Klaus para marcar diferencias entre los dos géneros.

¿En España hay buenos lectores?

Hay muchos y buenos lectores, aunque lamentablemente no es la afición más extendida. Por suerte, los lectores nos hacemos fuertes en redes sociales, en encuentros de literatura, en cafés literarios, en presentaciones? y ahora el lector no tiene por qué sentirse solo ni un bicho raro por leer pese a que en su entorno hablar de libros no sea lo común.

¿Animaría a jóvenes amantes de la escritura a seguir con su pasión?

Por supuesto, si les gusta lo que hacen y tienen historias dentro que desean contar, deben perseguir su sueño. La satisfacción de ponerle punto y final a una obra es un placer único y, además, ahora los escritores podemos llegar a nuestro público de muchas formas y conseguir que nuestras historias no solo sean nuestras, sino también de los lectores.