La Consejería de Turismo, Cultura y Medio Ambiente inauguró ayer en la sede del Instituto Cervantes de Pekín la exposición Tiempo material. Procesos, memorias, afectos, en la que seis artistas murcianos exhiben una veintena de obras hasta el próximo 2 de mayo.

En concreto, exhiben sus creaciones artistas nacidos en las décadas de los setenta y los ochenta, pero que ya poseen una extensa y reconocida trayectoria, como Tatiana Abellán, Eduardo Balanza, Juanli Carrión, Nico Munuera, Sonia Navarro y Sergio Porlán. Todos ellos han sido seleccionados para este proyecto por los comisarios Rosina Gómez-Baeza y Miguel Ángel Hernández.

El consejero de Turismo, Cultura y Medio Ambiente, Javier Celdrán, presidió el acto de inauguración junto al embajador de España en China, Alberto Carnero, y la directora del Instituto Cervantes de Pekín, Inmaculada González Puy, y asistió posteriormente a la celebración de la mesa redonda 'Nuevas generaciones artísticas en España y China', en la que han participado profesionales y representantes de la cultura del país asiático.

Celdrán explicó que, a través de esta exposición, de las charlas de los comisarios y la mesa redonda y también de la posterior participación de los artistas murcianos en Art Beijing, la Consejería trata de «dar a conocer la riqueza cultural y artística de nuestra Región, así como fomentar el intercambio entre Murcia y Pekín, entre artistas de uno y otro país, para que continúen enriqueciéndose con las diferencias, descubriendo similitudes y para que el arte de la Región de Murcia se abra a nuevos mercados».

Bajo el citado título (Tiempo material. Procesos, memorias, afectos), los proyectos parten de la sensación actual de no tener tiempo para nada, de llegar siempre tarde en un mundo cuya velocidad es cada vez mayor. Frente a esa aceleración y la comprensión espacio-temporal, «el arte se sitúa como un lugar donde el tiempo aún se habita; un espacio capaz de promover una experiencia plena alternativa a la vivida en un mundo superficial y veloz», explican los organizadores de la muestra. Desde diferentes técnicas e intereses, los seis artistas abogan, cada uno a su manera, por volver a un tiempo lento, denso y material, el tiempo de la experiencia, las huellas y los ecos del pasado.

Por ejemplo, Nico Munuera (Lorca, 1974) lo hace a través sus hipnóticos y abstractos paisajes visuales, mientras que Sergio Porlán (Lorca, 1983) lleva la pintura más allá de los límites de lo pictórico, con obras realizadas con hierro, meta relato, acrílico y leche de soja. Por su parte, Juanli Carrión (Yecla, 1982) muestra algunas de sus 'des-pinturas' para hablar de la relación entre lo visible y lo invisible, la abstracción y la concreción, y Sonia Navarro (Puerto Lumbreras, 1975) juega con una metáfora que hace literal: coser la historia, tejer la memoria. Por último, Tatiana Abellán (Molina de Segura, 1981) trabaja también en torno a la memoria aludiendo directamente a su desaparición mediante el borrado de imágenes, y Eduardo Balanza (Murcia, 1971) refleja la caducidad de la memoria y da a la obsolescencia un papel relevante ahondando en la nostalgia por lo analógico y los dispositivos como el casete.