El espacio en el que Andy Warhol (Pittsburg, 1928-Nueva York, 1987) elaboraba su obra y en el que se concentraban sus actividades artísticas y sus relaciones con los creadores y con las personas interesadas por sus actividades, estaba situado en el 231 de la calle 47, en el Midtown Manhattan de Nueva York (más tarde se trasladó al 33 de Union Square West), y entre sus paredes de interior plateado se refugió un gran número de creadores que querían experimentar con los postulados vanguardistas del artista.

Uno de ellos, el fotógrafo Billy Name, fue quien bautizó este espacio en 1963 como The Factory, La Fábrica, un nombre que reflejaba muy bien el espíritu de lo que allí se hacía con el arte: una actividad de producción de cultura al modo de las grandes industrias con las cadenas de montaje en la fabricación de objetos para la sociedad de consumo. El músico John Cale, de Velvet Underground (el grupo creado por The Factory) decía que se trataba de producir «cultura a granel» y el propio Warhol bautizó su producción como business art (arte comercial). En realidad es lo que se viene haciendo en el arte desde siempre con los talleres en los que una serie de discípulos colaboran y copian la obra de un artista reconocido. Pero en el caso de The Factory, Warhol no solo no ocultaba esta actividad sino que la publicitaba con las imágenes de sus fotografías y con performances en las que participaban personajes de la cultura mediática, desde estrellas de cine hasta cantantes pop, escritores y artistas.

Con el tiempo, The Factory se convirtió en una leyenda de la cultura underground y de la contracultura, impulsada por el dominio que Warhol tenía de los medios de comunicación de masas y del mundo de la publicidad. La producción de cultura visual en un mundo dominado por la imagen le ayudó a alcanzar la dimensión mítica de la que desde entonces sigue gozando su obra, referente del arte de los años 60, y su figura como artista influyente en la estética posmoderna. Desde las artes plásticas, The Factory extendió su producción al cine, la televisión, la escultura, la música, las revistas, la fotografía?

Una exposición representativa

La fascinación de Warhol por la serialidad y la multiplicación, unidas a las modernas técnicas, desde la serigrafía al video, encontró en la forma de trabajo que se desarrollaba en este espacio un método ideal. Con la producción en cadena, Warhol quería también transmitir la idea de que el arte debía ser accesible a las masas. Es esta serialidad la que domina la exposición que acaba de inaugurarse en la Fundación CaixaForum de Madrid con el título de Warhol. El arte mecánico (permanecerá hasta el 6 de mayo), cuando se cumplen 35 años de la visita del artista a la capital de España con motivo de su exposición Pistolas, cuchillos y cruces. La muestra se expuso antes en Barcelona y después viajará al Museo Picasso Málaga.

Aquí están las series de sus iconos más emblemáticos: los retratos de Marilyn Monroe, Jacquie Kennedy, Liz Tayor, Elvis Presley, Mao? Pero también hay otras pinturas, esculturas, dibujos e instalaciones audiovisuales que transmiten la personalidad poliédrica del artista americano, incluyendo los trabajos que hizo para grupos de música pop (cubiertas de discos de Velvet Underground y Rolling Stones), portadas de revistas ( Vogue, Harper's Bazaar y la que él mismo creó, Interview), instalaciones ( Silver clouds), fotografías? presentadas en un orden cronológico que se inicia con los orígenes del Warhol diseñador en el Nueva York de los 50 y 60, donde se encuentran los primeros dibujos que el artista hizo para la marca de sopa Campbell y el detergente Brillo, entre ellos uno de su madre sobre las famosas sopas, en el que escribió de su puño y letra «Campbells Soup very gut (sic)» que inspiró su primera serie comercial, y se cierra con los retratos que le hicieron fotógrafos como Stephen Shore, un niño prodigio autodidacta de la fotografía (a los 14 años ya tenía tres de sus fotos en la colección permanente del MoMA) cuya obra es un fluido relato del mundo de The Factory; Philippe Halsman, Mapplethorpe, el español Alberto Schommer (el famoso retrato de Andy Warhol envuelto en la bandera de las barras y las estrellas) o su amigo, el actor Dennis Hopper. Es esta una gran oportunidad para contemplar obras tan importantes en la trayectoria artística de Andy Warhol como Tres botellas de Coca-Cola, Marilyn dorada, Liz, Mao, Calavera, una de las pinturas oxidadas realizadas con orina, y las pruebas de cámara para sus películas que rodó con Salvador Dalí, Bob Dylan, Marcel Duchamp, Allen Ginsberg?