Esteban Bernal (La Unión, 1961), Licenciado en Bellas Artes y Catedrático de Dibujo, concibe la escultura como "deuda de su advocación arquitectónica", un reclamo de su propio ser que une a la arquitectura como "una manera racional de organizar el espacio habitable, de humanizar el ambiente", afirma.

Su nueva propuesta, "Arquitexturas II", está formada por 47 obras, de las cuales cinco son esculturas y, el resto, pinturas realizadas en técnica acrílica sobre lienzo, papel y madera.

Espacios de silencio y ausencias, donde pervive la huella del ser humano, algunos de los cuales solo existen en la imaginación del propio autor, que contempla la idea "de soledad a través de una bóveda o de la parte interior de un edificio, donde la luz -a la que otorga especial importancia- va creando texturas y lenguajes a medida que avanza el amanecer o el atardecer", explica.

Recorremos la sala junto al artista, en cuyas obras se aprecia una combinación de colores que proporcionan equilibrio a la composición, a la vez que la dotan de un carácter reflexivo que propone al espectador una experiencia emocional.

¿Qué inspira este proyecto?

Visité las canteras de S´Hostal en Menorca, donde los escalones estaban excavados en la propia roca. Me llamó la atención el enorme espacio laberíntico al atardecer y el comportamiento de la luz sobre los escalones. A veces, hay algo que me obliga a quedarme atrapado en espacios o lugares, como un simple efecto de la luz.

´De Architectura", ¿es la clave de toda la exposición?

Sí, toda mi formulación está aquí. La escultura parece simple pero es complicadísima porque no lleva un solo corte en ángulo recto. En cuanto a la perspectiva, no hay líneas rectas, todos los encuentros son oblicuos. Es un homenaje a Vitruvio, autor del tratado de arquitectura más antiguo conocido. La obra se representa suspendida porque es un desafío al tiempo y a la gravedad y se ha realizado en madera policromada.

¿Fue la primera obra?

No estaba definida, pero sí pensada. Sabía que debía llevar escaleras como tránsito desde la arquitectura de la Antigüedad, con bóvedas de cañón o arcos de medio punto, hasta la más contemporánea. Simboliza una evolución en el tiempo, del arte gótico y románico al Renacimiento, donde se descubrió la perspectiva cónica. Finalmente llega hasta la arquitectura de nuestros días, más conceptual, con nuevos materiales.

¿Creo que esconde un misterio?

Varios, en realidad. El primero es un código de barras real; si pasaras un lector saldría la información de esta obra. Por otra parte, necesitaba un material ligero para hacer la bóveda y descubrí una radiografía que resultó ser de la caja torácica del corazón de mi hijo. También he incluido el mundo virtual, mediante la representación de píxeles.

¿Hay elementos que se repiten en sus obras?

Las escaleras, tanto en las pinturas como en las esculturas, pero no es una fijación. Unas son curvas, otras rectas, dan sensación de subida o bajada. Se entienden como elemento de transición, de ascenso a otra dimensión, de conocimiento, de ir más allá, de búsqueda.

Las láminas de agua también son protagonistas en los cuadros.

En estas obras hay otro registro. Se trata de un recurso que permite la multiplicación de la imagen -podemos observar una bóveda desde un plano real o reflejada en el agua-. Son espacios inundados donde la figura identifica la dimensión del conjunto.

Veo que está presente la dimensión humana.

No me interesa mostrar la figura, sino recrear la huella de las personas en la arquitectura. Tales figuras aparecen de manera residual como elemento para informar sobre la escala del edificio o del espacio. Se representan solitarias, pero no se trata de soledades obligadas -porque esa es la peor soledad-. A veces necesitamos un espacio para la reflexión y estos lugares nos lo brindan. La idea de relajación -no de agonía- se evoca al contemplar una bóveda o la parte interior de un edificio.

Precisamente ´Búsqueda´ es el título de una escultura.

Simboliza la búsqueda hacia lo desconocido o hacia aquello que no nos gusta de nosotros. Está realizada en madera [chapado marino] sin tratar y lleva una capa de cera natural. No he querido disimular los tornillos que la arman [un ejercicio de honestidad que contrasta con el engaño visual que propone la obra]. Hay un juego perspectivo porque está inclinada para dar mayor sensación de profundidad -el eje está desplazado hacia la derecha-. Dependiendo de la posición del espectador, se verá más o menos oblicua.

¿Cuál es la obra que evidencia la conjunción de la exposición con la sala?

´Arquitectura III´, realizada en hierro policromado y anillada a las columnas como compromiso de la arquitectura con este espacio. Todo en ella es muy lineal y la relación entre columnas es una invitación al diálogo entre la arquitectura moderna, representada con el acero y el hierro, y la clásica, sin estructuras metálicas. En esta obra lo importante es la línea, mientras que en otras es la mancha, la perspectiva o la textura. Finalicé esta obra in situ; lleva veinte puntos de soldadura. La estructura está ensamblada a las columnas de la sala mediante anillos metálicos que construyen ese diálogo.

En términos generales, ¿cómo concibe este proyecto?

Como un viaje, pero no únicamente por la superficie y la piel de las obras sino por los espacios existentes, evocados, no del todo definidos. Juego con esa ambigüedad, porque el espectador es quien concluye las obras con su propio bagaje y experiencias. Un cuadro ha de ser una ventana real que ofrece la posibilidad de entrar en un espacio tridimensional, no como un trampantojo -una mentira-, sino a través de la imaginación, de la reflexión, del diálogo con la obra. Habrá elementos más cercanos que te enganchan y, una vez dentro, descubres otros. En una obra debe haber opción al diálogo, a descubrir cosas nuevas. Es como un libro que puede releerse.

Llama la atención sobre espacios que pasan desapercibidos.

Así es. Cada uno de nosotros tiene un resorte, un estímulo que le hace saltar. Puedo pasar por un lugar y no verlo como lo ves tú. El arte tiene que ver con el espíritu y es más profundo de lo que parece. Es cuestión de emociones.

¿Cuál es su técnica?

Pintura acrílica sobre papel, madera y lienzo. Hay una obra realizada con polvo de piedra pómez sobre madera. La mayoría de los espacios que encontramos en esta exposición no existen. Algunos son claramente referenciales, aunque no me acerco a ellos con una intención fotográfica ni realista, más bien de evocación; otros son recreaciones de lo que me gustaría hallar.

La presencia o ausencia de luz, ¿es lo que construye estos espacios?

La búsqueda de luz desmaterializa esa solidez de la arquitectura y el espacio va cediendo protagonismo a la luz. Es lo que ocurre con piezas como ´Tránsito dorado´. Esta escalera está pintada de forma meditada; construida con perspectiva cónica oblicua. Parece que es real pero no lo es. Si observamos bien, los peldaños no se sustentan en nada; están flotando. [La luz como elemento narrativo].

Dígame, ¿cuál es su concepción del arte?

El artista tiene una visión plástica transformadora de lo que es la realidad. El hombre, desde la Antigüedad, busca rodearse del arte. En este sentido, el arte nos humaniza, provoca una emoción estética gratificante.