La Galería de Cristal del CentroCentro Palacio de Cibeles de la capital estatal acoge desde hoy -coincidiendo con ARCO- la decimotercera edición de la feria de arte contemporáneo Art Madrid, en la que alrededor de 50 galerías de arte contemporáneo de todo el mundo presentarán sus propuestas. Espacios de Lisboa, Vila Franca de Xira, Berlín, Hannover, Carrières-sur-Seine, La Habana, Taipei, Kyiv, Cancún y... Murcia, que hará acto de presenta gracias a los artistas Lucas Brox y Eva Mauricio, que junto a la obra de los madrileños Raúl Romero y Rebeca Sánchez formarán el equipo de la galería murciana Léucade, que hasta el próximo domingo desplaza su centro de operaciones de la céntrica calle Jacobo de las Leyes en la capital del Segura, hasta la Plaza de Cibeles de Madrid.

No será la primera vez que algo así ocurra, ya que Léucade ya acudió el pasado año a la feria, una de las más prestigiosas de la temporada en nuestro país. De hecho, lo hizo, como en esta ocasión, con Brox a la cabeza. El pintor murciano volverá a presentar sus retratos, obras llenas de dramatismo y violencia y en las que los límites entre la figuración y la abstracción se vuelven cada vez más difusos.

Por su parte, Eva Mauricio acude a Art Madrid con algunas de las piezas de su colección Underwater, en la que la artista plasma su obsesión por el agua siguiendo una línea realista, a la par que onírica -por el efecto del agua-, e invita al espectador a «un viaje a la infancia, en la que disfrutábamos tantísimo del verano».

La oscuridad y el dramatismo de Brox y la luminosidad y la alegría de Mauricio contrastarán en un espacio, el de Léucade, en el que, como se adelantaba líneas atrás, también estarán presentes con su producción Raúl Romero y Rebeca Sánchez. El primero, ofrece en su pintura «el reflejo directo de sus tormentos y sus problemas de personalidad»; problemas que terminaron por invitarle al suicidio en 2013. Por su parte, Rebeca Sánchez supone un cambio de registro en comparación con los otros tres artistas de Léucade: la escultura supone el centro de su producción, e incluso el cuerpo humano marca la línea a seguir en sus cuadros.

Ellos, los cuadros -ya sea por nacimiento o por quien les lleva-, serán los encargados de poner el acento murciano a una de las ferias más internacionales de la temporada en nuestro país.