Hablar de José María Párraga (Alumbres, 1937 - 1997) es hablar de unos de los creadores más destacados que ha dado la Región de Murcia; hablar de un artista total, un genio extremadamente prolífico -se llegó a cifrar en más de 70.000 sus aportaciones al mundo del arte- y con un lenguaje y una forma de entender la pintura tan personal como la de los pinceles más brillantes de las artes plásticas españolas del siglo XX. Sin embargo, también es hablar de un artista maldito; de un hombre que quizá -y pese a la alta estima y respeto que le guardan sus paisanos y los grandes entendidos del arte en todo el país- no ha recibido el reconocimiento que debiera.

«Él mismo no se valoró. De hecho, en muchas ocasiones regalaba sus obras. Nos hemos encontrado muchas obras en trasteros, desvanes...; obras por las que recibía muy poco dinero o, directamente, nada, sabiendo además que lo pasó mal económicamente buena parte de su vida... Una vez, en una entrevista, cuando le preguntaron por el precio de sus obras, dijo algo así como: ´Creo que me pagan más de lo que valgo´, así que tal vez él también fuera un poco culpable», explica Antonio Hernández, uno de los responsables, junto a Fernando Ureña, de la exposición 20 años sin José María Párraga. El extraño pintor, que fue inaugurada ayer, con gran expectación, en el Museo de Bellas Artes de Murcia (Mubam). «Mira, esta mañana -por ayer, durante la presentación de la misma- se ha comentado que si hubiera estado en el sitio adecuado en el momento justo quizá estuviéramos hablando de uno de los grandes del siglo XX», añade Hernández, quien con esta muestra se ha propuesto mostrar, junto a su compañero, una faceta «desconocida» de Párraga -del que se cumplen veinte años de su fallecimiento-; una vertiente que ha permanecido «oculta» a lo largo de los años en colecciones privadas y los lugares más insospechados; una característica que, como apunta Hernández, ha pasado desapercibida y que ahora reivindica.

«Se ha reconocido su capacidad para el dibujo, los collages y los pirograbamos, pero siempre se ha dado una imagen un tanto monótona de su obra. Nosotros hemos encontrado una variedad de piezas bestial con una calidad técnica increíble», explica Hernández, que el pasado mes de marzo abrió una página web (pintorparraga.com) para recuperar originales perdidos del artista de Alumbres y cuyo resultado se expone en la céntrica pinacoteca. Ceras, rotuladores, carboncillo, betún, barniz, esmalte, tinta aplicada con rodillo y espátula, además de otras técnicas como guache, aguafuertes, pirograbados y collages evidencian la interminable colección de recursos con los que Párraga contaba para dar forma a bodegones, huertanos, toreros, bailarinas, músicos, gatos y peces, así como para inmortalizar besos e incluso la fachada de la Catedral. Todo ello sobre dispares soportes como el papel, cartón, cerámica, azulejos, puertas de armario e incluso servilletas, una caja de sardinas y hasta la tapa de un barril.

«Créeme, el primer sorprendido soy yo mismo», responde Hernández, licenciado en Historia del Arte, ante la impresionante variedad de obras encontradas. Y cada vez tiene más claro que es «uno de los grandes». Profesor jubilado, igual que Ureña, espera que esta muestra -que reúne unas 40 obras realizadas por Párraga desde los años cincuenta hasta mediados de los noventa- sirva para «transmitir a las nuevas generaciones que hay un pintor que es patrimonio importante de nuestra Comunidad», pero también a los que le conocieron para descubrir una faceta de Párraga -la de artista total, la de todoterreno- a la que se había hecho «poco caso» hasta ahora.

De restaurar un mural a descubrir un mundo oculto

De restaurar un mural a descubrir un mundo ocultoHace aproximadamente dos años, profesores, alumnos y personal no docente del Instituto Floridablanca de Murcia restauraron un mural de Párraga que daba color a una de las paredes del centro. Ese fue el punto de inflexión para que dos de los instigadores de esta acción, Antonio Hernández y Fernando Ureña, se lanzaran a la calle en busca de más murales del artista, pero la búsqueda se intensificó y amplió; tanto que para la exposición 20 años sin José María Párraga. El extraño pintor han tenido que elegir. Sin embargo, la misión no ha concluido. La web pintorparraga.com sigue abierta y animan a aquellos que sepan del paradero de obras perdidas del de Alumbres a que se pongan en contacto con ellos.