P La Film Symphony Orchestra toca hoy en El Batel de Cartagena (19.00 horas, entre 50 y 35 euros). ¿Qué hay detrás de esta sorprendente respuesta del público?

R Un buen planteamiento del espectáculo, que gira en torno a las bandas sonoras pero que va más allá de un típico concierto de música de cine al uso. Hay una puesta en escena muy cuidada, una iluminación espectacular, una orquesta técnica y artísticamente excelente y un director diferente al que le gusta introducir cada pieza contextualizándola y con anécdotas.

P ¿La música de las bandas sonoras está al alza?

R Sí, y nosotros hemos sido los máximos responsables de ello en los últimos cinco años. A mí la música de cine siempre me ha apasionado y ha sido el motor para la creación de la Film Symphony Orchestra, cuyo objetivo es sacar la música de cine de detrás de las pantallas, que deje de ser ese actor invisible y secundario para ponerla delante del escenario y que el público pueda disfrutar de estas joyas tan ocultas.

P ¿Qué banda sonora fue su primer amor?

R Hay muchísimas pero a la de E.T. le tengo un especial cariño. De pequeñito me enamoré del sonido sinfónico de John Williams. Ver E.T. en el cine es una experiencia que me marcó para toda la vida, con ella se me despertó una inquietud hacia la música sinfónica, con la que crecí, con la que me motivé a entrar en el conservatorio y que me llevó a una especialización posterior.

P Sostiene Michael Nyman que los compositores del cine son los clásicos del mañana.

R No le falta razón. Hubo una ruptura en el siglo XX entre la música contemporánea y el gran público, y los compositores de música de cine son los compositores del gran público de hoy en día, como en su día lo pudo ser Mozart. El cine ha sustituido a la ópera como espectáculo total y se ha convertido en un espectáculo de masas.

P ¿Qué criterios sigue a la hora de confeccionar el programa?

R A mí es lo que más me cuesta. Llevamos una orquesta de casi 70 músicos, un equipo técnico de 80 personas, en una gira por 35 ciudades, pero lo que más estrés me genera es la confección del programa, tanto en la calidad en cuanto a qué obras incluir como en la cantidad, porque es complicado, y en el orden incluso. Intento que el público quiera repetir la experiencia de un concierto nuestro, una montaña rusa de emociones, una experiencia pedagógica y simpática. Es una experiencia sensorial más que musical.

P ¿Cuántos músicos forman parte de la plantilla de la FSO y qué valores comparten sus integrantes?

R Dependiendo del montaje la plantilla va oscilando. En esta gira somos unos 70. La mayoría vienen del mundo de la música clásica pero intentamos que estén muy sensibilizados con la música de cine, que es tratada por algunas orquestas como de segundo orden. Uno de los pilares en los que me basé para crear la Film Symphony Orchestra es el compromiso, el respeto, el cuidado y el mimo en las interpretaciones. «O sois amantes de la música del cine o esta no es vuestra orquesta. Tocar zarzuela, oratorios o sinfonías», les digo a mis músicos. Les pido que se dejen la sangre en cada nota, como si estuvieran tocando una partitura de Puccini o un Concerto grosso de Vivaldi.

P ¿Usted también cayó enamorado ante la banda de La La Land?

R Sí, yo no soy de los que hablan mal de ella. Quizá me gustó más la banda sonora que la película. Es una música muy redonda, con canciones muy inspiradas. Canciones bonitas que combinan muy bien con las emociones de la película y las coreografías.

P Dicen de usted que es un director de orquesta nada convencional. ¿Contra qué se rebela?

R Contra los convencionalismos, los chichés y los anacronismos en la música clásica. Yo vengo de la clásica, no puedo negar mis orígenes. Me apena ver los auditorios de los conciertos de clásica medio vacíos. Creo que la música es algo muy democrático, un bien que deben disfrutar todos. Habría que sensibilizar a la sociedad desde los más pequeños. Con la Film Symphony Orchestra trato de acercar la música al gran público, usando el cine como hilo conductor, haciendo ver que para distrutar de una sinfónica no hace falta ser un experto o un erudito.

P Muchos de sus seguidores se disfrazan en sus conciertos de personajes de película. ¿Usted también dirige disfrazado?

R Yo ya he cambiado mi atuendo. Al sacar a la orquesta de los corsés de la clásica dirijo disfrazado con una especie de levita a lo Matrix. Me gusta que nuestro público acuda a nuestros conciertos disfrazado, de Jedi o Harry Potter. Quiero que el público disfrute y se enamore de la música sinfónica y de cine.

P ¿Qué hace única, universal y reconocible a la música de Star Wars, que interpretó la Orchestra por el 40 aniversario de la saga?

R Pues el hecho de que sea de uno de los compositores más grandes de la historia de la música: John Williams. Una persona que ha ganado cinco Oscar y acumula más de 50 nominaciones. Es la persona con más nominaciones en la historia de los Oscar por detrás de Walt Disney. Para mí está a la altura de Mozart y Bach. Su música está tocada por lo divino.