El Consejo Jurídico de la Región de Murcia (CJRM) ha informado en contra de la estimación de la reclamación por importe cercano a los 3.500 euros que presentó el artista Javier García Herrero, organizador en 2013 de una exposición en la Biblioteca Regional, por la desaparición de las 65 obras que formaron parte de la misma.

El dictamen explica que el reclamante señaló que la muestra, titulada Los autores imaginarios, estuvo expuesta en el vestíbulo de la citada biblioteca entre los días 16 y 20 de septiembre de aquel año, pero que cuando fue a recoger las obras, éstas no aparecieron.

Para el creador murciano, la administración había incurrido en responsabilidad patrimonial, por lo que reclamó una indemnización de 3.490 euros, cantidad en que valoraba las obras extraviadas. Y añadió que la administración era depositaria de las mismas, por lo que si era incapaz de encontrarlas y de devolverlas, debía asumir su responsabilidad, en este caso, mediante el pago de la suma reclamada.

El CJRM dice que, según se observa en el expediente incoado en la Consejería correspondiente, el director de la Biblioteca se puso en contacto con el demandante para urgirle a que retirara los cuadros, ya que el espacio lo necesitaban para otra actividad, indicación que fue desoída. "Comoquiera que el autor no se responsabilizó de las obras expuestas y dada la necesidad de utilizar los bienes públicos para la nueva exposición programada, se procedió al desmontaje de los paneles expositivos por la propia administración, sin que 'el resultado de la performance' se considerara como obra a preservar".

Señala igualmente que tampoco había advertido de que los trabajos expuestos habrían de quedar incorporados definitivamente a los paneles utilizados, pues, en tal caso, no se habría concedido autorización para su uso".

Para el citado órgano consultivo, "la actuación del interesado resultó determinante del daño que dice haber sufrido, pues su falta de diligencia en el desmontaje y retirada de la obra, que cabe calificar de rayana en el abandono al no advertir la ausencia de las obras hasta meses después de que expirara el plazo concedido, fue la que propició el extravío".