Plácido Domingo celebró este viernes con un recital especial rodeado de amigos músicos los 50 años de su debut en Los Ángeles (EE.UU.), una ciudad en la que el tenor español ha desarrollado de manera incansable una gran labor para promocionar y cultivar la ópera.

"Ciertamente es una noche muy especial para mí", dijo emocionado Plácido Domingo sobre el escenario de un Dorothy Chandler Pavilion de Los Ángeles lleno hasta la bandera.

Domingo, que se desempeña como director general de la Ópera de Los Ángeles desde 2003, dijo que cuando debutó como tenor en esta ciudad en 1967 no podía imaginar que se convertiría, con el paso de las décadas, en un lugar tan importante para su vida y su familia.

"La cultura y las artes, principalmente para nosotros que amamos la música y la ópera, son muy necesarias", aseguró Domingo.

"Maestro, hermano, un ángel en esta ciudad de Los Ángeles", apuntó en español el alcalde de la ciudad californiana, Eric Garcetti, como tributo a Domingo.

"Hay dos tipos de personas en Los Ángeles. Los suficientemente afortunados, como yo, que nacieron aquí y los suficientemente listos como para venir aquí", bromeó el regidor.

Garcetti afirmó además que todos los angelinos fueron "bendecidos" cuando Domingo "descendió con sus alas" en esta urbe y proclamó el día de Los Ángeles dedicado al tenor.

Domingo actuó por primera vez en Los Ángeles el 17 de noviembre de 1967 con "Don Rodrigo", compuesta por Alberto Ginastera y con producción de la Ópera de Nueva York, y a partir de ahí comenzó una relación muy estrecha con la meca de Hollywood.

En la producción inaugural de la Ópera de Los Ángeles en 1986, Domingo lideró 'Otelo' de Giuseppe Verdi y desde entonces ha aparecido como cantante en cada una de las temporadas de la compañía.

El tenor está considerado como toda una eminencia en Los Ángeles, una ciudad que valora sus esfuerzos filantrópicos y artísticos y en la que Domingo tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.

Con tantos motivos para la celebración y la fiesta, Domingo se rodeó de un buen grupo de amigos de la ópera para un recital en el que se escucharon fragmentos de clásicos de Giacomo Puccini ("La Bohème", "Turandot") o Giuseppe Verdi ("La Traviata").

Domingo se subió a las tablas para interpretar pequeños pasajes selectos de "Don Carlo" y "Simon Boccanegra" de Verdi, y también cantó y dirigió varios fragmentos de la zarzuela "Luisa Fernanda".

Con imágenes en una gran pantalla que repasaban el medio siglo de triunfos artísticos de Domingo, numerosos compañeros del bel canto se quisieron sumar al homenaje, entre los que figuraron Arturo Chacón-Cruz, Ana María Martínez, Nino Machaidze, Nancy Fabiola Herrera, Janai Brugger, Michael Fabiano, Mario Chang y Ermonela Jaho.

Pero no solo el mundo de la ópera ayudó a Domingo a soplar sus 50 velas en Los Ángeles ya que también se presentaron Uzo Aduba, actriz de la serie 'Orange is the New Black' que cantó 'I Could Have Danced All Night' del musical "My Fair Lady", así como la estrella del country Garth Brooks.

"Os vais a sentir decepcionados", bromeó Brooks cuando salió con su sombrero vaquero y su guitarra antes de felicitar a Domingo por "cincuenta increíbles años".

La velada se cerró con todos los artistas interpretando la fuga final de la ópera 'Falstaff' de Verdi.

En la recepción del recital, con dos grupos musicales amenizando la espera con rancheras y zarzuelas, la alfombra roja de la gala vio desfilar a asistentes tan ilustres como la actriz británica Helen Mirren o el intérprete mexicano Demián Bichir.